Llegó el último y se puso el primero: la efigie de Francisco Franco, inscrita en uno de los medallones artísticos que decoran los espacios existentes entre los ochenta y ocho arcos de la Plaza Mayor de Salamanca, abandonará mañana este lugar después de ochenta años.

La Ley de Memoria Histórica, promulgada hace diez años, ha obligado a la definitiva y demandada retirada del medallón, labrado en 1937 por Damián Villar en la característica piedra arenisca de Villamayor al igual que el resto de la emblemática plaza, levantada entre 1729 y 1756 bajo la traza barroca de Alberto Churriguera. "Franco Caudillo de España. XVIII JVlio MCMXXXVI" es la leyenda que circunda la imagen del dictador, que durante la Guerra Civil estableció en la ciudad de Salamanca su cuartel general en el palacio episcopal, cedido por el obispo Pla y Deniel, entre julio de 1936 y octubre de 1937.

La supresión del medallón consistirá en la extracción del sillar de piedra donde se encuentra labrado, con un peso aproximado de media tonelada, y su sustitución por otra en el denominado Pabellón Real del ágora, de 80 metros y denominado así por la alineación de los medallones de los reyes de España desde Alfonso XI a Felipe V. Pueden ser horas lo que duren las labores de extracción del sillar con la efigie, un arduo trabajo que pretende evitar daños en el monumento, declarado Bien de Interés Cultural, han explicado a Efe varios expertos canteros.

Desde primera hora de la mañana, la zona será acotada con vallas para instalar un andamio provisto de una plataforma para facilitar la intervención por parte de los empleados de la empresa a las que el Ayuntamiento de Salamanca ha adjudicado esta operación. De esta manera, el Ayuntamiento de Salamanca, que preside como alcalde Alfonso Fernández Mañueco (PP), cumple con la resolución de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, que consideró que el medallón no está afectado por ninguna de las excepciones de la Ley de la Memoria Histórica. Una vez retirado, será trasladado al museo de arte contemporáneo de Salamanca, el Domus Artium 2002 (DA2), inaugurado en 2002 cuando la capital compartió con Brujas (Bélgica) la distinción de Ciudad Europea de la Cultura.

En 2007, cuando el Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) aprobó la conocida como Ley de la Memoria Histórica, se relanzaron las voces que pedían la desaparición de ese tributo en piedra. Primero fue el PSOE en el Ayuntamiento y después, en 2014, un abogado salmantino y antiguo dirigente de IU en esta provincia, Gorka Esparza, llevó el asunto a los tribunales, quienes pidieron un dictamen a la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León que determinara si el medallón tenía valor artístico suficiente para mantenerlo.

En marzo de este año, la comisión autorizó su supresión y de forma inmediata el Ayuntamiento cumplió con esta orden administrativa. Trabajos de cantería y de ingeniería serán necesarios para sacar el medallón y poderlo trasladar al DA2.

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