Les unen los orígenes, la provincia de Barcelona, y su pasión por la música, pero además, este martes, Sergio Dalma (55 años) y Joan Manuel Serrat (76) han tenido otro punto en común: su paso por El Hormiguero. El talk show entrevistó a los dos artistas para saber cómo están pasando el confinamiento y, de paso, qué perspectivas profesionales tienen de cara al futuro que, dicho sea de paso, no pinta demasiado halagüeño en el panorama musical.

Sin embargo, ambos artistas iban a quedar en un segundo plano por el habitual monólogo de Pablo Motos (54), que esta vez no iba dirigido a la población en general, sino a los políticos en particular: "Dejadme que os hable del trabajo en equipo de los peces blancos. Son peces chiquititos que cuando son atacados forman una silueta de un escualo que está en posición de contraataque. Si lo miras con detenimiento, te das cuenta de que todos actúan de forma mecánica. No hay egoístas, no hay ningún pez que se queje por el sitio que ocupa".

Tras esta exposición, llegó el palo: "Y me pregunto si los políticos no podrían aprender de los peces. ¿De verdad no vais a estar a la altura y trabajar en equipo para que muera menos gente? Lo cierto, también hay que decirlo, para que todo el mundo se ponga de acuerdo tiene que haber una propuesta honesta, sin politiqueo, respeto al adversario y sobre todo la voluntad de que en un trabajo en equipo gana la mejor idea, no la idea del que manda, sobre todo cuando el que manda se ha equivocado ya muchas veces ", en un claro mensaje hacia el Ejecutivo de Pedro Sánchez (48).

Ya con más calma y de forma más coral, la mesa analizó la situación actual de la crisis del coronavirus, sobre todo en el plano político. Una vez más, Cristina Pardo (42) llevó la voz cantante, aunque Pablo Motos rápidamente volvió a meter a baza: "Me veo incapaz de sentirme representado por unos políticos que no están a la altura. Por ejemplo, Pedro Sánchez. Debe presentar un plan y reunirse con todos. Tener confianza y ganarte el respeto lleva mucho tiempo, pero perderlo cuesta poco”. Tampoco se libró de sus críticas Mariano Rajoy (65), por saltarse el confinamiento: “Me he pillado un cabreo tremendo", aseguró.

Preocupación

Después de tanta política se agradeció la llegada de la primera entrevista de la noche. El protagonista, Sergio Dalma, aunque, para ser sinceros, el cuestionario se movió por los mismos derroteros: poca música y mucho coronavirus. Eso sí, el barcelonés comenzó con humor: "No voy a ser coqueto, me voy a poner las gafas, porque si no, no os veo. Parezco el abuelo de la película ‘Up’, o que me he puesto algo del cotillón de Nochevieja".

Dalma está pasando esta etapa en su hogar: "Me dio tiempo de llegar a mi casa, a Girona. Pillé un coche de alquiler desde Madrid porque no me atreví a coger el AVE. Estábamos en la gira y preparando un concierto de Cadena 100. Un día te das cuenta de que es real, si te lo cuentan hace unos años, habrías pensado que es una película de ciencia ficción".

Cambiando un poco de tema, Motos le preguntó si siente aunque sea un poco de orgullo cuando hay gente que está cantando en los balcones el Bailar pegados. "Evidentemente durante estos días ha habido situaciones de todo tipo, te sientes impotente, rabia, tristeza… Mis padres son mayores y tengo ganas de estar con ellos. Si realmente algo de mi música puede haber que algo sea más llevadero, pues bienvenido sea".

Lo que de momento no se plantea es hacer alguna actuación en directo en sus perfiles de redes sociales: "La gente me pregunta si no hago un livese me hace raro no tener al público delante. Lo preocupante es que no sabes el futuro, cómo cambiará la sociedad, habrá un antes y un después. Esa normalidad va a costar mucho que vuelva, y eso te crea mucha ansiedad. Realmente me preocupa el futuro, no solo a nivel económico, que es catastrófico, sino a todos los niveles".

La rutina de Sergio Dalma sí que ha introducido en algunas cosas: "Mi vida ha cambiado, estoy suscrito a todas las plataformas. Leo todas las mañanas una hora o dos, veo las noticias y después me pongo a limpiar, pero limpio sobre limpio. Me marco una rutina, porque no se puede salir a la calle. Lo que ha hecho Rajoy, ni despacito ni deprisa, no se puede hacer".

Sabina y confinamiento

Después de esta entrevista, se puede decir que la de Joan Manuel Serrat ganó por goleada. Después de asegurar que "lo llevo bien, con resignación y paciencia", el catalán comentó que "no voy a aconsejar a la gente, hay que darle mucho cariñito y mucho ánimo".

El siguiente aspecto que trató fue su accidentada gira con Joaquín Sabina (71): "El porrazo de mi primo fue sonoro. Estaba en uno de los pocos momentos que estaba separado de él, me estaba cambiando la petaca del sonido. Oí el ruido y le vi caído. Lo viví con mucha preocupación, porque la situación fue complicada. Ha podido recuperarse bien y lo tenemos en casa, aunque debe tener unas ganas tremendas de tirarse por el balcón", contó entre risas.

Una de las cosas curiosas de la entrevista fue comprobar la relación conyugal de Serrat: "Voy esperando los dictados de mi señora que me marca las labores. Voy cumpliendo mis deberes de cónyuge, esto es una cosa que hay que llevar entre dos. Vamos leyendo, comiendo y pasando el tiempo juntos. A las 8 salimos al balcón, aunque hoy hemos salido a las 7:30 porque están comenzando a actuar los vecinos, cada uno desde su balcón". Llevan 40 años casados y, a través de esta experiencia, valora que esta convivencia en el confinamiento no deja lugar a medias tintas: "Si estás unido, refuerza; si hay mal rollo, deberán cambiar su ámbito".

Un poco más profundo se puso Serrat a la hora de confesar que "en general, siempre le tengo miedo al miedo. Es un pésimo compañero de viaje, destruye mucho a la gente. El miedo y la ignorancia son muy nocivos para el hombre. El miedo es el responsable de muchos de nuestros pecados, desde la insolidaridad o el racismo".

Ese tono reflexivo llegó a la hora de valorar esta crisis: "Realmente no tenemos ni puta idea de lo que está pasando. El desconocimiento es total y no creo que nos vaya a hacer mejores si no tenemos voluntad de mejorar. Lo que es indudable es que la naturaleza tiene suficientes motivos para atacar al hombre. Ojalá salgamos mejor, lo que es cierto es que tendremos que afrontar muchas situaciones para las que harán solidaridad y buen rollete".

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