Mi verdadera historia, la autobiografía de Isabel Preysler (74 años), sigue dando que hablar. Desde que salieran a la luz sus memorias este pasado miércoles, 22 de octubre, los medios de crónica social han dedicado buena parte de su jornada a realizar un exhaustivo análisis de ellas.
La propia socialité confesó en la presentación del libro- a la que acudió EL ESPAÑOL- que deseaba que, por fin, se conociera su verdad. Así, Preysler dedica buena parte de las 334 páginas de sus memorias a su mudanza a España, la relación con sus hijos o sus conocidas historias de amor.
Una vida como la de Isabel la ha llevado a entablar contacto con personalidades de la alta sociedad. Y es que incluso la realeza ocupa su propio espacio en las memorias de la exmujer de Julio Iglesias (82).
Isabel Preysler el pasado 19 de septiembre, tras conocerse que había escrito sus memorias.
El capítulo 15 de la autobiografía de Isabel Preysler -cuyo título reza Mis trabajos, mi independencia- dedica la mayor parte de sus páginas a la vida profesional de Preysler. Es aquí donde revela la primera propuesta de Porcelanosa, una marca con la que lleva ya décadas trabajando y que, según sus propias palabras, se ha convertido en "algo más que una relación profesional".
Paralelo a sus campañas publicitarias anuales, la reina de corazones comenzó a formar parte de las cenas de gala que ofrecía Carlos III de Inglaterra (76).
"Guardo recuerdos inolvidables de aquellos encuentros excepcionales que me llevaron a conocer algunos palacios y residencias privadas de la Familia Real británica", confiesa en la página 273 de su libro.
Isabel Preysler y el actual soberano británico se conocieron en abril de 1987, dos años después de la primera colaboración de la socialité con Porcelanosa.
Tres décadas atrás, el entonces príncipe de Gales visitó nuestro país junto a la malograda Lady Di con motivo de un desfile organizado por el British Knitting & Clothing Export Council con el objeto de promocionar la moda de Reino Unido entre la alta sociedad española.
Con el paso del tiempo, los encuentros entre Isabel y el monarca continuaron sucediendo, sobre todo, desde que en 1997 Porcelanosa comenzara a colaborar con The Prince´s Foundation for the Bilt Environment.
Isabel Preysler y Carlos III en un montaje de EL ESPAÑOL.
La socialité fue durante muchos años la única celebridad española que estuvo en todos los lugares donde celebraron las cenas de la empresa: el palacio de Buckingham, Clarence House, el castillo de Windsor, el palacio de St. James y Highgrove. Así, de hecho, lo asevera en el interior de sus memorias. "En todos ellos, cada mueble, silla u objeto era una obra de arte", sostiene.
En varios de los encuentros que Isabel mantuvo con la Familia Real británica ha estado rodeada de su entorno más querido. Así, en el año 2007 se desplazó hasta Clarence House junto a sus tres hijas, Chábeli Iglesias (54), Tamara Falcó (43) y Ana Boyer (36). Recuerda Preysler al ahora soberano británico como una persona de lo más agradable.
"El rey Carlos siempre fue muy amable con todos nosotros. De él puedo decir que es muy culto, encantador, con mucho sentido del humor y enorme ingenio", revela en su libro autobiográfico. Además, relata lo atento que era en todos sus encuentros.
"Lo que más me emocionaba es que, cuando conversábamos, siempre se interesaba por mis hijos, sus trabajos y sus aficiones", añade.
Otro de los acompañantes de Isabel en sus visitas a Palacio fue el malogrado Mario Vargas Llosa, su última pareja. En 2016, Preysler acudió del brazo del escritor a Escocia, donde Carlos III les ofreció una cena de gala en Dumfries House. Allí coincidieron con rostros tan conocidos como Antonio Banderas (65) y su novia, Nicole Kimpel (44). También así con la reina Camila, quien presidió la ceremonia y a quien recuerda en sus memorias con cariño.
Carlos y Camila, durante su visita a Australia, en octubre de 2024.
"La Reina me parece una mujer muy divertida y con mucho sentido del humor. Una vez, en aquella época y durante un partido de polo, me contó que para ella fue durísimo, al cumplir trece años, tener que dejar su vida en el campo, que adoraba, para irse a estudiar a Londres; me confesó también que su mejor amigo era su caballo", confiesa Isabel Preysler.
La socialité no deja nada a la imaginación. Ella misma se abre en canal en todos los aspectos de su vida. También así muestra su opinión acerca de la historia de amor de los reyes Carlos III y Camila.
"Cuando la conoces comprendes perfectamente que ambos hayan hecho lo imposible por estar juntos, porque tienen los mismos gustos e inquietudes", culmina el apartado en el que se refiere a la Corona británica.
Sus memorias
No es su relación con la Familia Real británica lo único destacable del libro autobiográfico de Isabel Preysler. También son reseñables diversos aspectos de su vida. Desde su reproche a Julio Iglesias como padre al no aceptar la carrera artística de Enrique (50) hasta el día que llevó a Miguel Boyer a terapia.
