El pasado 4 de junio, tras un misterioso retiro silencioso, Isabel Preysler (74 años) regresó a la vida social. Ahora, como deja entrever en sus últimas publicaciones en Instagram, parece retomar sus proyectos como embajadora de marca.
Un trabajo que sus hijas Tamara Falcó (43) y Ana Boyer (36) conocen muy bien. La reina de corazones estuvo apartada del foco mediático durante meses. Ni siquiera se mostraba en sus redes sociales. Tampoco en las cuentas de su entorno en fechas muy señaladas.
A Instagram volvió el pasado marzo, tras un parón de cuatro meses. Lo hizo de manera sutil. Con un post compartido, publicado originalmente por otro perfil.
La siguiente publicación, de comienzos de junio, fue similar: un vídeo en conjunto con la revista Elle, a propósito de los Elle Style Awards, evento en el que fue galardonada y que propició su regreso a la vida social tras su retiro silencioso.
No fue hasta el pasado 10 de julio cuando Isabel Preysler subió su propio post. Una publicación con la que simplemente relataba uno de sus últimos planes. "Hace unos días yendo a Castellón al homenaje a Manolo Colonques", escribió entonces.
Después de aquello, un vacío volvió a llenar sus redes. La socialité no volvió a mostrarse en su feed hasta hace apenas unos días, tras su viaje a las Maldivas junto a su hija Tamara Falcó y su yerno Íñigo Onieva (36). Una escapada de la que también se ha hecho eco en sus stories.
El motivo no es otro que un acuerdo publicitario establecido con el hotel en el que se han hospedado. Ella misma lo indica con el hashtag 'publi', empleado por creadores de contenido y embajadores de marca por obligación legal.
"Rodeada de mar y palmeras… este clima me transporta a mi querida tierra natal. Una auténtica alegría poder disfrutarlo en un lugar tan especial, con un equipo impecable", ha escrito en la primera de estas publicaciones. Un carrusel de fotos en el que mezcla posados en solitario con imágenes del hotel.
"Qué ilusión poder compartir estos días con Tamara e Íñigo. Todo cuidado al mínimo detalle y una gastronomía exquisita. Gracias por tratarnos con tanto cariño", añadió en una segunda publicación de dos fotografías en las que posa con la marquesa de Griñón.
En ambos posts, además de indicar que se trata de un acuerdo publicitario mediante el citado hashtag, Preysler ha etiquetado la cuenta del hotel y lo ha establecido como su ubicación en el apartado location.
La reina de corazones ha seguido una línea idéntica a la de su hija Tamara, quien también ha especificado que su viaje a Maldivas tenía una razón publicitaria. En el caso de la marquesa de Griñón, sin embargo, no resulta llamativo, pues bien se conoce -y así lo hace saber en su perfil- que trabaja frecuentemente como embajadora de diferentes firmas alineadas a su estilo de vida.
Isabel Preysler, en cambio, no publicaba un contenido publicitario desde mayo de 2024. Entonces, la firma de gafas Multiópticas acababa de ficharla como embajadora de una campaña en la que compartía protagonismo con el actor Miguel Herrán (29), la tiktoker Lola Lolita (23) y el youtuber Plex (23).
Isabel Preysler durante un evento en Madrid en enero de 2024.
Tras ello, sin embargo, Isabel Preysler dejó de compartir contenido publicitario. Ha tenido que pasar un año y medio para que la socialité volviera a establecer un acuerdo con una marca que implique su participación en redes sociales.
Un gesto que confirma que la hispanofilipina no tiene interés de ser creadora de contenido al uso y que solo trabaja con firmas alineadas a su exclusivo estilo de vida o con campañas puntuales que le permiten resurgir con una imagen potente.
En cualquier caso, esta vuelta en el mundo digital sitúa a Preysler en el radar de las marcas de lujo y en el foco de la crónica social. En los últimos días, el viaje de madre e hija a las Maldivas, al que también se ha sumado Íñigo Onieva, ha copado titulares en la prensa del corazón.
Sus últimos movimientos en redes siguen mostrando su escapada a Maldivas, hospedándose en el exclusivo Hotel Four Seasons Resort Maldives at Kuda Huraa. Un complejo de lujo donde las tarifas pueden alcanzar los 4. y que se ha convertido en un habitual enclave de celebrities internacionales.
Isabel Preysler junto a sus hijas en la gala de los 'Elle Style Awards'.
Honorarios incalculables
Hace poco más de un año, tras su alianza con la ya citada firma de gafas, EL ESPAÑOL se puso en contacto con expertos en marketing y redes sociales, quienes explicaron cuánto podría cobrar Isabel Preysler con sus colaboraciones en Instagram.
A la pregunta, Arantxa Pérez de la agencia PR & MANAG, comentó: "Los honorarios son incalculables". Como en cualquier figura, "dependerá del tipo de contrato que haya firmado". Pero en el caso de la socialité hay que tener en cuenta que su caché abarca mucho más. "Va más allá de las típicas franjas establecidas", ya que fijarían "beneficios que trascienden lo económico".
Inexplicable retiro
La madre de Tamara Falcó estuvo durante meses fuera del foco mediático. No hubo explicaciones al respecto ni rastro de la socialité hasta el pasado 1 de febrero, cuando este periódico publicó unas imágenes suyas entrando en la peluquería. Aquello, sin embargo, era un plan privado y que pertenecía a su parcela personal.
Fue el 23 de marzo cuando retomó la agenda social, aunque de manera discreta. Acudió al Teatro Real con su hija Tamara para disfrutar de la ópera. Poco después, el 2 de abril, ambas también asistieron a la presentación del libro de Isabelle Junot (34), Eat Girl. De la obsesión a la ilusión. Sin embargo, el gran regreso de Isabel Preysler a la vida pública fue el pasado 4 de junio en la gala de los Elle Style Awards.
