Este 2023 que se despide en unas horas ha sido un año importante y crucial en la vida de una mujer llamada Rosario Bermudo (70 años). Ha visto cómo, tras nueve años de infatigable lucha en los tribunales, el Tribunal Supremo sentenció que es hija biológica, la primogénita, de Leoncio González de Gregorio y Martí.

Éste, a su vez, fue marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, y bautizada en los medios de comunicación como duquesa roja. Bermudo batalló con denuedo para que la justicia se pusiera de su lado. Ante esta resolución, a Rosario le corresponde no sólo el apellido paterno, sino también su parte correspondiente de su millonaria herencia

"Soy la primogénita de Leoncio González de Gregorio y Martí, tengo mis derechos. Ya no soy la última de la cola", manifestó Rosario en conversación con EL ESPAÑOL el pasado mes de noviembre. El desgaste de estos años ha merecido la pena para ella, pese a que la relación con sus hermanos paternos, LeoncioPilarGabriel y Javier, no es precisamente cordial. 

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Rosario Bermudo en una imagen facilitada a EL ESPAÑOL.

"Yo les diría que llevan razón en que estén dolidos porque el padre no ha querido nunca contarles la verdad. Lo comprendo, pero no es para que me odien a mí", aseguró, conciliadora, Bermudo, cuando charló con este medio. Lo último que se ha conocido sobre la herencia de su padre es que Rosario ha solicitado un administrador único para proteger sus intereses.

¿Ha habido algún cambio en estas semanas? ¿Cómo se enfrenta Rosario Bermudo a su primera Navidad como hija oficial de Leoncio González de Gregorio y Martí? Este periódico ha tratado de dar respuesta a estas cuestiones en comunicación con Nuria, la hija de Rosario. Amablemente, ésta aclara que no hay ninguna novedad en este contencioso que libra su madre con los demás descendientes de su padre. 

Todo está en los juzgados y no se ha producido acercamiento alguno entre Rosario y sus hermanos. En cuanto a las navidades, y pese a poder recibir cerca de 5 millones de euros como herencia, se insiste a EL ESPAÑOL que Rosario y su familia están pasando unos días "igual de humildes y de modestos que siempre".

Es una familia que nunca ha nadado en abundancia y así seguirá. Bermudo ya defendió hace unas semanas con este medio que no es una mujer ambiciosa, y que si logra percibir el dinero que le corresponde como hija su día a día transcurrirá sin alteraciones.

"No soy nada avariciosa. Antes vivía en una casa muy humilde y gracias al Ministerio de la Vivienda me dieron este piso en que vivimos. Si no, seguiríamos viviendo en esa casa que no teníamos ni agua. Ahora, con este piso, es cuando mejor estoy viviendo", aseveró. 

En este punto del relato, Bermudo desveló, además, la difícil situación que vive en su casa: "Hace dos años, mi marido se quedó invalido y no puede ni salir a la calle porque no cabe la silla en el ascensor. Si sale, es con mucho trabajo". En otro orden de cosas, el periodista Jesús Manuel Ruiz informó en Esdiario, hace unos días, que Pilar González de Gregorio y Álvarez de Toledo, hermana de Rosario, comenzará 2024 mudándose a vivir a Madrid. 

Rosario Bermudo posando en su casa de Sevilla junto a una imagen de su padre, Leoncio.

La duquesa de Fernandina instalará su residencia, al menos entre semana, en un piso próximo a la Plaza Mayor de Madrid, en pleno centro, a escasos metros de la Puerta del Sol. Eso sí, la aristócrata, según el citado periodista, continuará viajando a su finca de Segovia los fines de semana.

El inmueble, de unos 150 metros, está cerca de las residencias de personalidades como María José Cantudo (72) y Nacho Duato (66). Rosario está feliz, no lo puedo -ni quiere- ocultar. Va a hacer valer sus derechos y, de entrada, se cambiará el apellido para lucir el de su padre.

"Pues sí, me lo pienso cambiar, sí. Y mis hijos están de acuerdo. Lo he hablado también con mis hermanos. Me dicen 'papá se habría alegrado de que esto haya salido adelante'", sostuvo en su charla con este periódico. 

"Sin recursos económicos"

Cuando se anunció la nombrada medida del administrador judicial, Fernando Osuna, el letrado que defiende a Rosario Bermudo, manifestó que el marido de ésta "no puede andar. Ella está enferma y sin recursos económicos".

Defendió, además, este abogado que Bermudo, pese a su presunta posición de inferioridad, "ha ganado hasta ahora todas las instancias judiciales, pero sus futuros hermanos lo recurren todo de mala fe y están retrasando enormemente el caso". 

Conviene recordar en este punto que, ante la falta de acuerdo entre los hermanos en lo referente al ADN, los restos mortales de Leoncio González de Gregorio y Martí fueron exhumados. Una medida de la que hoy Fernando Osuna, abogado de Bermudo, opina así: "La exhumación (...) se podría haber evitado si los hermanos hubieran ido a la prueba de ADN. Como no quisieron colaborar, les llevó a ese acto de desenterrar a su padre".