La nueva temporada de El Conquistador vino pisando fuerte el pasado 11 de septiembre al aterrizar en TVE tras casi dos décadas en la televisión vasca ETB. Este reality es de los concursos de supervivencia más extremos que han pasado por la televisión española. El formato sigue la aventura de 33 concursantes ubicados en el Parque Nacional de Los Haitises de República Dominicana, donde tendrán que superar diferentes pruebas de riesgo para que, finalmente, sólo uno de ellos se lleve a casa un premio de 100.000 euros.

En esta ocasión, son dos los presentadores que se encargarán de ser los anfitriones del programa: Raquel Sánchez Silva (50 años) y Julian Iantzi (55). Este último resulta ser un rostro desconocido para muchos pese a llevar más de 20 años en el mundo de la televisión.

Ahora, su nombre se ha hecho eco en las redes sociales tras circular el terrible rumor de que Iantzi había fallecido. "El conquistador del cielo", "Se nos fue un grande", "Descanse en paz", se leía en un mensaje difundido en Instagram. Era el propio vasco el que salía a desmentir el bulo. "Tranquilos por este post porque sigo vivito, coleando y además feliz. ¿Qué hacemos con esto? ¿Qué intención hay? Es por lo de El Conquistador? A saber, aquí cualquier cosa.. Pero viviendo cada segundo y feliz. Gracias por vuestros mensajes de preocupación. Sois grandes", aseguraba él.

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Julian Iantzi. Instagram

Él se suma a la lista de los famosos que se han visto afectados por estas falsas noticias. Sin embargo, muchos se preguntan quién es Julián, cuál es su historia y su lado más personal. Así fue como pasó de vivir en un rancho en Estados Unidos a vender seguros, trabajar entre fogones y completar el currículum con su larga trayectoria delante de las cámaras.

Su vida en Estados Unidos

Pese a contar con dos apellidos puramente vascos, Julián Iantzi Mitxelena nació en la ciudad de Woodland, en California, Estados Unidos, en 1967. Todo se remonta a la década de los 50, cuando su padre, Ángel Iantzi Elizondo, abandonó el pueblo vasco de Lesaka y se fue a las Américas en busca de mejor vida como pastor. Allí se casó con Txelo Mitxelena Irazoki, natural de la misma localidad, y tuvieron tres hijos. Julián es el primogénito. 

"Mi padre ha sido pastor de ovejas y estuvo trabajando 23 años en el monte en California, sí. Estaba todo el año sólo, rodeado de su rebaño y su perro, y lo hizo por necesidad, así que sé lo que es echar de menos la tierra, eso de perderse muchas historias de nuestra familia que vivía aquí. Cuando compras un billete solo de ida es muy duro; la distancia hace que se hundan las cosas, te hace darte cuenta de lo que te estás perdiendo", manifestó al Diario de Navarra en 2017.

Su hogar estuvo en el rancho Tully Ranch, en Dixon, durante más de dos décadas. Su progenitor se dedicaba al pastoreo de ovejas, contaba con más de 2.000 ejemplares y Julián le ayudaba con las tareas siendo todavía un crío. Cuando aquel pequeño niño "rubio de bote" cumplió los ocho años, regresaron a Lesaka. El hecho de permanecer lejos de su familia fue la razón de peso que motivó a los Iantzi a dejar atrás Estados Unidos y retornar a su querida Lesaka.

"Echando la vista hacia atrás y recordando. Me gusta ver estas fotos antiguas de vez en cuando... Mi infancia en el rancho Tuly Ranch de Dixon, California, junto a los trabajadores y todos los animales que había, los fines de semana en la Euskal Etxea de San Francisco, las fiestas vascas en nuestra casa, recordar a mis compañeros del colegio... Viví allí hasta los ocho años y luego a Lesaka. Y por cierto, ¿quién dice que soy rubio de bote?", escribía Julián en sus redes sociales.

Sus otros trabajos

Llegó a España sin tener ni idea de hablar la lengua española (castellano). Sólo estaba familiarizado con el inglés y con el euskera. Por aquel entonces a Francisco Franco le quedaba un año de vida. 

Iantzi comenzó escribiendo las primeras líneas de su currículum como administrativo, vendedor de seguros y después como camarero. Este trabajo le sirvió para perder la timidez que le caracterizaba e incluso para aprender otro idioma, el francés. Ninguna de estas ocupaciones le llenaban y no conseguía encontrar su lugar en el mundo. Fue entonces cuando metió cabeza en la que sería su gran vocación: la televisión.

El salto a la televisión

Hizo sus primeros pinitos en Canal 4, un canal de televisión local de Pamplona. Ahí fue donde descubrió que su camino debía permanecer delante de las cámaras. Su hoja de vida crecía a pasos agigantados: pasó por Euskal Telebista, donde presentó programas como Basetxea, Begia gose, Sorginen laratza, La flecha amarilla y El conquistador del fin del mundo, icono de la televisión vasca.

Después dio el salto a canales nacionales como Cuatro, La Sexta y Antena 3 presentando Brainiac, El muro infernal y Vaya par de tres junto a María Patiño (52) y el difunto Jesús Mariñas. Y repitió la misma trayectoria: de nuevo Cuatro con Billete a Brasil, colaborador en Zapeando y al de Atresmedia con Contigo al fin del mundo.

Algunos también le conocerán por su paso por Masterchef Celebrity 6 y por su voz: en 2022 retransmitió en directo los encierros de las fiestas de San Fermín de Pamplona.

Tras diecinueve ediciones presentando El conquistador del fin del mundo en ETB, anunció su retirada de este grupo para embarcarse en la versión homónima de Televisión Española. Así, con una carrera que abarca varias décadas, Iantzi ha dejado una huella significativa en el mundo del entretenimiento en España.

Su lado más personal

El presentador siempre ha querido mantener su vida privada alejada de los focos. Pese a compartir con sus más de 33.000 seguidores en Instagram algunas facetas de su día a día, deja mucho a la imaginación.

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A Julián le encanta estar en pleno contacto con la naturaleza, algo que le marcó durante su infancia en Estados Unidos. Mantiene una relación con Arantxa Etxebeste, madre de sus dos hijos, Lander y Iulene. La joven de 24 años aparece en alguna que otra publicación de su padre en las redes, donde él hace referencia a lo rápido que pasa el tiempo. "De ir, o que me llevaran a las fiestas, a llevar yo a los hijos. Y desayunar, después de bien dormir, con quien acaba de llegar a casa... ¿Habrá que cambiar esto? ¿Nos pegamos una buena juerga? Dicen que quien tuvo, retuvo y guardó para la vejez. Y yo de joven era de farra Champions League", bromeaba en una de ellas.