Pocos grupos musicales españoles pueden presumir de haber alcanzado tanto reconocimiento internacional como lo hizo en su momento Héroes del Silencio.

La banda aragonesa fue el trampolín para que el gran público conociera a Enrique Bunbury (54 años), uno de esos frontman que no deja indiferente a casi nadie: las valoraciones se dividen radicalmente entre quienes le odian y quienes le idolatran.

Sin entrar en debates sobre gustos artísticos, la realidad dicta que el cantante zaragozano ha sabido labrarse una carrera en solitario. No es fácil abrirse camino sin el paraguas de la banda que te ha lanzado al estrellato, y Bunbury comenzó a hacerlo en 1996, cuando Héroes del Silencio anunciaban su ruptura.

Desde entonces, con la excepción de una breve gira de reencuentro con los miembros de la banda, el cantante ha seguido su rumbo en solitario. Pero, como reza el estribillo de uno de los temas de Héroes del Silencio, "no hay nada para siempre", incluyendo los conciertos del propio Enrique Bunbury, quien publicaba esta semana una sentida carta explicando su retirada de los escenarios.

"Desde hace unos años, llevo arrastrando un malestar que me ha costado mucho localizar y comprender. Posiblemente, desde la gira de Mutaciones -en el 15-16- y, sobre todo, en la de Expectativas, en los casi dos años y medio que duró el tour, entre el 17-19", posteó

Remedio 

En esa carta, el cantante aragonés asegura que el paréntesis que supuso el confinamiento y la pandemia le llevaron a variar momentáneamente su opinión: "Pensé que quizás mi mal se había diluido, y las ganas de reencontrarme con público, técnicos y músicos encima de un escenario era una fuerza mucho más poderosa". Sin embargo, unos acontecimientos recientes le han llevado a tomar esta decisión.

Buscando las razones que han transformado "lo que era un placer en dolor y sufrimiento", Bunbury detalla que "he escuchado diferentes nombres y diagnósticos. La realidad es que mi garganta se cierra e irrita, y mis vías respiratorias dificultan el más leve ejercicio y la ejecución de mi trabajo". Un problema que, al parecer, no padece cuando no está de gira.

Tomando como referencia las cancelaciones recientes en México, el artista zaragozano sufre laringitis aguda, una enfermedad relacionada con las vías respiratorias, ya que se trata de una inflamación de la laringe. En muchas ocasiones, dicho problema de salud se manifiesta a través de tos, disfonía e incluso problemas para ingerir comida por el dolor que causa los alimentos al pasar, una cuestión esta última que en el ámbito médico se denomina odinofagia.

El caso de Bunbury parece ser un tanto particular, ya que los estudios médicos inciden en que la laringitis aguda se da con más facilidad en los niños, y que es menos habitual en la población adulta. En la mayoría de los casos esta enfermedad se resuelve en pocas semanas y sin apenas apoyarse en un tratamiento, más allá del descanso.

Esta es una de las razones que explicarían el hecho de que Bunbury vea agravado este problema al salir de gira, cuando encadena varios conciertos. En algunos pacientes, los médicos optan por el uso de determinados medicamentos, como antiinflamatorios y corticoides, una opción que quizás nuestro protagonista de hoy pudiera haber desechado, ya que en más de una ocasión ha manifestado públicamente que solo se somete a tratamientos relacionados con la naturopatía.

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