Es difícil discernir quién es más conocida, si Ana Obregón (66 años) o Paz Padilla (52). Ambas se han convertido en dos de los rostros más queridos de la pequeña pantalla, aumentando sus seguidores con el paso de los años y también ampliando un curriculum que les ha hecho cruzarse en más de una ocasión.

Sus orígenes, sin embargo, son bien diferentes, pues mientras que la madrileña creció en una acomodada familia -su padre fue en su juventud un conocido promotor inmobiliario-, la andaluza se crio en Cádiz junto a sus seis hermanos en un entorno mucho más humilde. 

La televisión lanzó a las dos al estrellato y, al poco, demostraron tener talento suficiente para quedarse en el complicado negocio del entretenimiento. Este 2021 ambas iban a tener una gran recompensa a todo ese esfuerzo tras ser elegidas para presentar las Campanadas, sin embargo, el coronavirus se ha cruzado en sus caminos

Ana Obregón no podrá presentar las Campanadas tras contagiarse de Coronavirus. Gtres

Con apenas unas horas de diferencia y cuando quedaban poco más de 48 horas para terminar el año, se ha conocido que ambas han contraído la enfermedad. Primero Paz, que ya se encuentra recuperada y con posibilidades de despedir el año desde Vejer de la Frontera, y después Ana, que tristemente tiene que decir adiós a una cita que le hacía especial ilusión.

La Covid-19 no ha sido lo único en unir a estas dos mujeres. El pasado año 2020, con apenas unas semanas de diferencia, las vidas de ambas se frenaron en seco. Se tuvieron que enfrentar a la muerte y despedirse de sus grandes amores. La pérdida de Álex Lequio, único hijo de Obregón, el 13 de mayo, sumió a la actriz en el más triste dolor, tan profundo que ni siquiera el tiempo ha logrado calmarlo. "El día que Álex se fue, me morí", ha escrito en una de las muchas publicaciones que le ha dedicado desde entonces. Dos meses y seis días después, el 19 de julio, era Paz la que tenía que decir adiós a su marido, Antonio Juan Vidal, que moría entre sus brazos.

El destino quiso que se los llevara la misma enfermedad, el cáncer, un diagnóstico al que ambas, durante este largo año, han querido quitar la parte tabú para hacerlo más visible. Y lo han hecho de dos maneras muy diferentes. Ana Obregón se ha convertido en una gran abanderada de la lucha contra el cáncer, colaborando con una gran cantidad de causas sociales y recaudando fondos para la creación de la Fundación Aless Lequio y cuyo fin sería apoyar psicológicamente a las personas que la padecen.

Paz Padilla durante el entierro de su marido. Gtres

Por su parte, Paz Padilla, que ha narrado su vivencia en el libro El humor de mi vidase ha centrado en un plano más espiritual, llegando a recomendar terapias tan polémicas como biodescodificación -perteneciente a la medicina alternativa y sin base científica-, y aconsejando su uso para encontrar el origen de las enfermedades en las emociones.

Sus palabras de apoyo causaron un gran revuelo, tanto que no tardó en matizar lo que dijo, desmarcándose de esta pseudociencia: "Quiero pedir disculpas. No me he explicado bien o se me ha malentendido. Cuando yo hablo y recomiendo la biodescodificación, me refiero a las emociones y cómo entenderlas. Y sobre todo lo que a mí me ha ayudado que es la meditación".

De este modo, mientras que Ana pone su empeño en la recaudación de fondos para combatir el cáncer desde la ciencia, Paz Padilla ha optado por intentar entender la muerte y conocer qué hay más allá: "He buscado respuestas en la religión, la filosofía, la física cuántica, en los psicólogos. He leído miles de libros de autoayuda", llegó a asegurar. Dos vidas paralelas que se han cruzado por ese mismo golpe de mala suerte y desgracia, también este año nefasto para las dos, tras haber contraído Covid-19.

Ana Obregón en el funeral de su hijo Álex Lequio.

Paz Padilla ha contado en más de una ocasión que ha charlado largamente con Ana y han podido hablar de esos temas que las unen: la muerte, el duelo, el cáncer, el sentido de la vida... "Me duele mucho su dolor, me da mucha tristeza que le cueste tanto avanzar", dijo en un programa de Sálvame, matizando que la pérdida de Álex "no es antinatura" y que su compañera de profesión debería de dejar de preguntarse por qué le tocó a ella, "no hay explicación, no hay un por qué, no hay respuesta". "Hemos tenido conversaciones profundas, hablando incluso de filosofía, y a ella le cuesta avanzar", desvelaba.

Dos mujeres muy diferentes

A pesar de este pasado tan doloroso que las une, Paz Padilla y Ana Obregón tienen grandes diferencias, tanto en la manera de afrontar la pérdida como en su visión del coronavirus que ha puesto en jaque su participación en las Campanadas.

La última prueba de ello está en su contagio, pues si la andaluza ha llegado a declarar que "las vacunas no sirven para nada", la madrileña se ha situado en el lado opuesto, agradeciendo a las vacunas el poder estar "bien" y "en casa".

Ha sido tal la polémica que se ha formado tras las declaraciones de Paz, que hasta algunos de sus compañeros de Sálvame como Belén Esteban (48) y Kiko Matamoros (65) han cargado contra ella en público, algo sorprendente dado que siempre han mostrado hacia ella un gran respeto como presentadora del espacio.

"Paz Padilla, nueva ministra de Sanidad. ¡A la bin, a la ban, a la bin bon ba, oritón, oritrón y nadie más!", ha escrito el colaborador en su perfil de Twitter a modo de burla, mientras que Belén ha optado por rebatirla en Instagram: "hay cosas innecesarias y esta es una de ellas. Nos tenemos que vacunar".

[Más información: El discurso antivacunas de Paz Padilla, contagiada de Covid por segunda vez: "No sirven para nada"]

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