"La situación es delicada, desesperante. Ya nadie sabe qué hacer, antes lo tenían más controlado su madre y su chica. Ahora ni eso", desliza a JALEOS de EL ESPAÑOL una fuente que conoce bien a Camilo Blanes Ornelas (38 años), el hijo de Camilo Sesto. Camilín, como se lo conoce en los medios de comunicación, lo ha vuelto a hacer: han retornado a su vida las fiestas y el descontrol. Las noches de desenfreno, que tienen comienzo y nunca fin

En los últimos días, Blanes ha publicado en sus redes sociales un preocupante vídeo en el que se le ve caminando en medio de una carretera, móvil en mano y con una dicción un tanto complicada. Probablemente, de regreso de una noche de fiesta. Según la información que maneja este periódico, las fiestas vuelven a ser rutina para Camilín, también las malas compañías. Se insiste en que no solo la madre está "desesperada", también la novia, María, quien ya no sabe cómo meterlo en vereda. Blanes no atiende el teléfono cuando se le llama, "puede estar incomunicado días". 

Camilo Blanes Ornelas en una imagen de archivo tomada en 2019. Gtres

En su casa, la que heredó de su padre en Torrelodones, solo entra y sale él. Cuenta un vecino que no hay "ningún tipo de movimiento" que no sea de él, cuando sale de cuando en cuando. Cabe recordar en este punto que cuando murió Camilo Sesto en la casa vivían internos Fidel y Charo, un matrimonio de guardeses que cuidaron del hogar y que, tras su deceso, se quedaron al amparo de Camilín. Esa es, al menos, la información que se manejó entonces. Hoy parece otra: "Llevamos mucho tiempo sin ver a nadie cuidar de la casa. De hecho, en algunas zonas está un poco descuidada". Se incide con contundencia: "Él vive completamente solo y su madre sufre mucho en el día a día. Pueden pasar días sin tener noticias de su hijo y cuando se persona allí no siempre abre".

Más allá de sus problemas de salud, se desliza a este medio otro gran motivo por el que Camilín habría recaído: la falta de motivación. "Ha habido muchas intentonas para volver a la música, pero no se ha cerrado ningún contrato. Al principio fue la discográfica Universal México quien se interesó antes de la pandemia en sacar unos temas con él, pero todo eso se cayó. Está deprimido por esta cuestión porque era como un homenaje para su padre".

Claramente, esto tan solo es un escollo más en su gran problema, pero "le ha tocado bastante". No encuentra ánimo ni esperanzas. Su motivación en la vida es la música y se ve sin ofertas ni proyectos. Nadie quiere vincularse a su nombre en estos momentos. La intención del hijo de Sesto es labrarse un nombre musical aquí en España, después de que su estela en México no haya sido todo lo alargada como se esperaba. Hace un tiempo explicaba una buena fuente que Camilín "ha estado bastante tiempo perdido, eso lo sabíamos muchos. El dolor por la muerte de su padre, añadido a lo que él ya traía, fue devastador".

Lourdes Ornelas junto a su hijo a las puertas de la casa de Camilo Sesto en Torrelodones. Gtres

Su madre lleva tiempo meditando la incapacitación de su hijo, pero es un procedimienrto arduo cuando no imposible en España: "No es tan fácil incapacitarlo". Según se explica a este medio, se ha reunido en más de una ocasión con abogados., asesorándose, pero no ha visto suficientes esperanzas para que eso se pueda llevar a cabo. Ornelas dice que en varias ocasiones ha estado interno en centros de desintoxicación. "Se necesita ayuda profesional, ya no hay más. Gracias a Dios tiene para eso, lo que sucede es que aquí me veo sola. En México sé como solucionarlo, pero aquí es más seguido y no me siento capacitada", ha llegado a asegurar. 

Fiestas y quejas de los vecinos 

Hace unos meses se habló de problemas vecinales. Un vecino se quejó de la música alta en la casa y, tras no poder comunicarse, llamó a la Policía, la cual hizo acto de presencia en la casa del joven. "Se quejó un vecino de que había música alta, pero él estaba solo con su novia", fueron las palabras que empleó su madre, Lourdes Ornelas, en Viva la vida, restándole importancia al incidente. Se deslizó a este periódico que aquella no fue la primera vez que Camilo Blanes elevó el volumen de la música en casa, intramuros. Y tampoco fue el primer altercado con un vecino. Al menos, no fue la primera ocasión en la que se le transmitió el malestar.

Camilo hijo no lo ha pasado nada bien. Lo que antes era una honda preocupación por las 'noches locas' de fiesta por Madrid, hoy la inquietud del entorno del hijo del artista de Alcoy tiene otro grado, y otra connotación. "Camilo vive en el recuerdo perenne de su padre, tiene una especie de depresión", contó a este medio una de las pocas personas que pueden presumir de ser amiga. 

Dolencia que también apunta su madre. Nostalgia, añoranza de hijo. No ha superado la muerte de su padre y "son frecuentes" sus bajones anímicos. Se insiste en que lo que desde fuera de los muros de casa se puede entender como una gran fiesta donde se presupone la alegría, el jolgorio y los bailes, por dentro la realidad es bien distinta. Camilo hijo "pone, sobre todo, música de su padre". 

[Más información: Tres meses sin noticias de Camilín: el motivo de su 'desaparición' y su nueva vida lejos de los escándalos]

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