Tras una semana de discreto luto, este domingo Tamara Falcó (39 años) ha querido compartir en sus redes sociales una sentida carta de despedida a su abuela, Beatriz Arrastia y Reinares, fallecida el pasado 22 de agosto. La actual marquesa de Griñón ha demostrado en las líneas redactadas en Instagram la estrecha relación que mantenía con la madre de Isabel Preysler (70) y lo mucho que la admiraba.

"Hay personas que cambian tu vida para mejor. Mi abuela Beba ha sido una de esas personas. Ha sido un ejemplo de elegancia, fortaleza, buen humor, cariño. Cuando me sentía sin fuerzas, iba y me acurrucaba a su lado y todo iba a mejor. Era constante, paciente, con una fe incorruptible. Siento paz sabiendo que ha sido una de las elegidas de Dios y que ahora me va a cuidar desde el cielo. A mí y a todos. Aún así, no puedo evitar que me caigan las lágrimas mientras que escribo esto, porque la echo de menos y siempre va a ser así. Love you always Bebita mía", ha escrito Tamara.

La familia de Beatriz Arrastia se pudo despedir de ella en la mansión de Isabel Preysler en la madrileña Puerta de Hierro, en la máxima intimidad posible. La matriarca dijo adiós a los 98 años, pero pudo hacerlo rodeada de sus seres queridos y recibiendo el amor de todos ellos hasta el último instante.

La discreción de Betty Arrastia

Beatriz Arrastia no se parecía en nada a su hija más popular. La madre de la socialité no era nada amiga de los focos y las cámaras y por eso siempre ha permanecido en el anonimato, a pesar de lo mediática que es su familia. Betty -como la llamaban cariñosamente en casa- solo quiso aparecer en televisión tras la tierna petición de sus dos de sus nietos, Tamara Falcó y Julio Iglesias Jr. (47), y lo hacía hace dos años en el programa Volverte a ver de Telecinco.

Julio José Iglesias junto a su abuela Beatriz Arrastia, en una imagen de archivo. Gtres

Beatriz era la gran desconocida del clan porque, tal como y sostiene su círculo, era "vergonzosa". Pero ella hacía su día a día con naturalidad: "Sale con las amigas a hacer merienda-cena o a almorzar. Se hincha a comer churros y Coca-Cola", desvelaba Julio José en la citada intervención telefónica. "Jugamos mucho al dominó y ella me gana", relató; precisamente por eso una ficha de dominó fue la pieza con la que invitaron a la veterana al programa.

La mujer que estaba a punto de cumplir 99 años, pisó por primera vez un plató de televisión. En un momento de la noche, Carlos Sobera (59), el presentador preguntó a Beatriz cuál era su favorito de los dos, a lo que respondió: "No me hagas elegir, porque es imposible, les quiero igual. No tengo palabras para expresar el cariño que les tengo. Ese cariño que es tan importante en la vida. Me sale del alma. Me conocen bien, saben lo que quiero", fueron las bellas palabras de la Preysler más reservada de la familia.

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