A Ana Obregón (65 años) se le apagó la vida hace un año. La actriz lo expresaba de esa manera tan rotunda en sus redes sociales después de que, el 13 de mayo de 2020, muriera su único hijo, Álex Lequio. 365 días después, ha recurrido al mismo foro para expresar su desgarro. Refugiada en la intimidad y el cariño de los suyos, y sin ningún acto homenaje previsto -ni en público ni en privado, tal y como JALEOS ha podido saber-, ha querido recordarle ante esa legión de 780.000 seguidores que han estado a su lado desde que recibiera el golpe más duro que puede sufrir una madre.
Poco antes de las nueve de la mañana, Ana posteaba un vídeo corto en su tablón de Instagram. En él recoge imágenes de Álex en diferentes momentos de esos 27 años de una vida que el cáncer truncó cuando tenía mucho por hacer y varios proyectos con los que ilusionarse. Fotografías junto a las que, una vez más, lanzaba un grito de desahogo.
En mayúsculas, como para imprimir fuerza a su sufrimiento, Obregón escribía junto a ese clip de aproximadamente un minuto: "13 de mayo de 2020. El día que necesitaban un héroe en el cielo. El día que me morí contigo, hijo mío". Unas palabras a las que, por supuesto, acompañaba ese hashtag que tanto ella como el padre de Álex, Alessandro Lequio (60) han empleado en todas y cada una de sus publicaciones en las redes desde entonces: #AlessForever.
Ana y Alessandro se han servido de apoyo mutuo durante este tiempo. El colaborador de El programa de Ana Rosa ha mantenido un silencio casi absoluto, con la salvedad de unas escuetas palabras en ese plató asegurando que tan solo él y Ana eran conscientes del inmenso dolor que estaban atravesando desde que perdieran al único hijo en común de la expareja.
Por su parte, la bióloga sí ha realizado alguna entrevista. También ha realizado colaboraciones con marcas de cosméticos. Y todo lo recaudado con los trabajos realizados hasta el momento -incluidas esas emotivas Campanadas para TVE, con Anne Igartiburu (52) como compañera- han ido destinados a esa fundación que ha puesto en pie con el nombre de su hijo para tratar de dar un empujón a la investigación contra el cáncer. Porque si algo tiene claro, es que no piensa que caiga en el olvido el legado que dejó Álex Lequio en este mundo, a pesar de su juventud.
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