Ana Soria (21 años) ha acudido al primer evento social en calidad de novia oficial de Enrique Ponce (48). Después de la marcada ausencia que protagonizó la joven el pasado sábado en la localidad sevillana de Osuna -lugar donde el diestro regresó a los ruedos tras la declaración del estado de alarma y después de hacer público su separación de Paloma Cuevas (47)-, Huelva ha sido el sitio elegido por la almeriense para hacer su aparición estelar.

Horas antes de la celebración del festejo, muchas fueron las voces que apuntaban a que la estudiante de Derecho tenía reservadas unas cuantas butacas en la plaza de La Merced. Hipótesis que, finalmente, ha sido confirmada dando como resultado la que es una de las imágenes más deseadas del verano. 

Ataviada con un favorecedor vestido de satén en color gris perla y acompañada de tres amigos, Ana Soria se ha sentado en la plaza onubense para disfrutar del dominio de su pareja con el capote. Una afición taurina que no es nueva, ya que en su familia son férreos seguidores de la denominada 'fiesta nacional'.

Si bien es cierto que la joven mostraba signos evidentes de entusiasmo con las dotes Enrique Ponce, en los momentos más delicados de la lidia su rostro tornó a un gesto de suma preocupación. Muestras tangibles del gran amor que profesa al torero con el que confirmó un noviazgo a comienzos del mes de julio.

Mientras Enrique se batía en duelo con el toro, los amigos de Ana Soria miraban atónitos al ruedo. Una atención que compartieron con el uso de sus teléfonos móviles, herramienta indispensable para todo buen 'millenial' que se precie. Mucho se ha comentado la relación que mantiene el torero con el círculo cercano de su nueva pareja, y es que Ponce se ha llegado a fotografiar de manera relajada con los amigos la almeriense reflejando así la buena sintonía que existe entre ellos. Imágenes que sin embargo también han generado críticas y que incluso han servido de 'mofa' para algunos usuarios en las redes sociales. 

Pese a la ineludible juventud de Ana, todo apunta a que su aparición en los ruedos ha estado minuciosamente planeada. El pasado sábado, Ponce regresaba a la plaza de Osuna en el que era su primer compromiso taurino del año, uno los lugares que más han marcado la carrera profesionales de Enrique y que adquiría una connotación muy especial dado que se cumplen 30 años desde su alternativa.

Decenas de medios estuvieron expectantes ante la posibilidad de que Soria apareciera, y es que si ya de por sí esta presencia hubiera sido motivo de noticia, el hecho de que en esa tarde se torearan ejemplares pertenecientes a la ganadería de Ponce y su todavía esposa, Paloma Cuervas, sumaba interés al asunto. Una fecha importante y significativa por varias cuestiones que la universitaria no quiso utilizar para hacer su presentación oficial en los ruedos. Factores que podrían haber sido determinantes para que finalmente haya elegido este lunes para sentarse en las gradas. 

El homenaje de Enrique Ponce a Ana 

Si bien es cierto que la joven no acudió a la corrida de toros del pasado sábado, su pareja no la olvidó en ningún momento. Idea que constata el detalle que la dedicó segundos antes de comenzar la faena y con el que sorprendió a todos los presentes. Nada más pisar el albero el torero dibujó con su manoletina una 'A' en lugar de la tradicional cruz. Una inicial que corresponde al nombre de Ana con la que revolucionó a toda la grada.

Después de triunfar en su vuelta a los ruedos, logrando cortar dos orejas, Enrique Ponce salía de la plaza de toros de Osuna con el rostro visiblemente feliz, pero sin querer hacer ninguna declaración a la prensa que se encontraba allí. Mutismo que, por ahora, no ha roto. Lo cierto es que pese a que es evidente que existen muchos comentarios negativos respecto a su nueva relación, el torero vive uno de los veranos más especiales de su vida junto a la joven que le ha robado el corazón. 

[Más información: El romántico guiño de Enrique Ponce a Ana Soria en su regreso a los ruedos]