Son muchos los españoles que han perdido y están todavía perdiendo a seres queridos desde que se desencadenase la grave crisis sanitaria del COVID-19 que afecta a todo el mundo. El último de los rostros conocidos que ha despedido a un familiar ha sido el cantante Ramón J. Márquez, Ramoncín (64 años).

El veterano artista conectaba este sábado por la noche con el programa La Sexta Noche, donde desvelaba el fallecimiento de su madre y cómo había vivido esta complicada situación. "No hubo ningún momento en el que no pudiéramos saber la situación en la que estaba mi madre. Echó a volar", confirmaba Ramoncín, que continuaba afirmando que su madre era una víctima más de toda esta adversa circunstancia. "Mi madre es una víctima de todo esto", sentenciaba. Emocionado y con la voz entrecortada, además, admitía lo siguiente: "Mucha gente mayor, que vivió la guerra, se han ido solos. Es muy triste. Ahora es un espíritu libre".

El cantante Ramoncín en el entierro de José María Íñigo. Gtres

El cantante también explicó que su madre, de 98 años, vivía en una residencia de mayores en Madrid, pero Ramoncín quiso dejar bien claro que a su progenitora la tenían muy bien cuidada y ellos, sus hijos y familiares, estaban permanentemente informados de su salud: "La han tratado muy bien y tuve mucho contacto con los médicos. Ella era una persona mayor de 98 años. Podría haber aguantado más. Al final, esto en entró en su residencia. Es una víctima más todo lo que estamos hablando", sentencia. 

"Mi madre decidió dormirse y se ha ido en un sueño. Eso nos tranquiliza a todos. Lo que queda ya es administrativo y es un rollo, todo ese tema es lo más desagradable...", valoraba el artista. Para concluir este asunto personal tan duro, el cantautor y productor reveló que lo más triste es la soledad en la que se están marchando estas personas, entre ellas, su propia madre. "Nosotros somos ocho hermanos y que se estén yendo solos es muy triste... Ella estaba viviendo en los años 50 y 60 en su cabeza. Ha cerrado los ojos y se ha querido ir. Es un espíritu feliz y libre, así que bien".

A sus 64 años, Ramoncín se encuentra devastado y con mucho dolor y asegura que lo peor de esta situación es que la gente que esta falleciendo no pueda hacerlo al lado de sus seres queridos ni despedirse con un abrazo. Hace apenas unos días, antes del fallecimiento de su madre, él mismo publicaba un vídeo en sus redes sociales donde denunciaba la tristísima situación en la que se encuentran muchos ancianos de este país y por ende también sus familiares.

Ramoncín. Gtres

"La importancia real de las cosas: eso es lo que deberíamos aprender de todo esto. A mí se me rompe el corazón cuando pienso en toda esa gente mayor que se ha muerto. No sólo porque se ha muerto sino porque se ha muerto de esa manera. No han podido tener a sus seres humanos al lado...", comenzaba relatando.

Y continuaba: "Porque después de morir han hecho un periplo por ahí, con sus familiares intentando saber dónde estaban... Y al final no han tenido una sonrisa, un abrazo y una mirada, que es a lo que todos aspiramos. Cuando uno piensa en su propia muerte, uno siempre... Siempre piensa en acabar abrazado a alguien o de la mano de alguien que te quiera. Todos esos ancianos, los que nos han traído hasta aquí, los que han hecho este mundo, los que sufrieron las consecuencias de las dos guerras, luego de la nuestra, la posguerra, el hambre, la dictadura, las necesidades... Todos los que lucharon por hacer un mundo mejor y se están muriendo de esa manera. Eso me rompe el corazón. No tengo estómago para aguantarlo".

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