Anabel Pantoja (33 años) y Susana Molina (30), grandes amigas, excompañeras de piso y hasta ahora socias, han tomado una difícil decisión. Según ha podido saber JALEOS en primicia, fue a finales del pasado año cuando la sevillana y la murciana se pusieron de acuerdo para traspasar el negocio de uñas que juntas abrieron con mucha ilusión en la calle Castilla del sevillano barrio de Triana. El salón de belleza ha sido traspasado y ha recaído en manos de la responsable a la que Pantoja y Molina contrataron justo en su apertura para hacer uñas y pestañas, alguien que todavía hoy mantiene a punto el negocio. 

Por su tirón mediático, Anabel y Susana consiguieron en muy poco tiempo, en menos de un año desde su apertura, que el espacio dedicado a manicura, pestañas y diferentes tratamientos estéticos tuviera un buen número de seguidores en sus redes sociales y una muy buena cartera de clientes. Entre ellos, algunos rostros conocidos como la modelo Noelia López (33) o la propia Isabel Pantoja (63), tía de Anabel, que era asidua al centro de belleza de su sobrina.

Pero la realidad es que la vida de ambas jóvenes ha cambiado en un corto espacio de tiempo. Las dos se encuentran demasiado ocupadas gestionando otros proyectos laborales como para dedicar tanta energía a un negocio que, a fin de cuentas, les estaban reportando relativamente pocos beneficios económicos. Este es el motivo principal por el que se han deshecho de su primera empresa juntas. 

En lo personal, en los últimos meses, y tras la decisión de contraer matrimonio con su novio, Omar Sánchez (34), Anabel decidía abandonar Sevilla y Madrid para crear su hogar junto a su pareja en Gran Canaria, tierra de él. Susana, por su parte, que se mudó de Murcia a Sevilla por amor a su pareja, Gonzalo Montoya (28), optaba por dejar atrás también la capital hispalense. Quería vivir nuevas experiencias en Madrid tras haber grabado La isla de las tentaciones entre mayo y junio de 2019 y haber roto con quien fuera su pareja durante más de seis años.

En lo laboral, además, Anabel Pantoja y Susana Molina están viviendo uno de sus mejores más pletóricos. La primera tiene un hueco fijo en la televisión desde hace ya casi diez años, trabaja como influencer en las redes sociales, colabora con diferentes marcas, diseña bañadores, gafas de sol y también complementos de bisutería.

La segunda, que hasta hace apenas unos meses se dedicaba única y exclusivamente a la gestión de su cuenta de Instagram, ahora se encuentra con muchos más frentes abiertos tras su paso por La isla de las tentaciones, el reality revelación de la temporada en Mediaset.

Susana Molina y Anabel Pantoja en una imagen de su Instagram.

En el mes de mayo del año pasado, cuando Susana voló a República Dominicana junto a su exnovio y el resto de concursantes para grabar el reality, tenía una media de 200.000 seguidores en Instagram. Una cantidad con la que según los expertos en redes "ya se puede empezar a vivir exclusivamente de ello". Sin embargo, su incursión en el programa producido por Cuarzo ha provocado que la también ganadora de Gran Hermano 14 haya visto aumentados sus seguidores de manera exponencial: de 200.000 a 918.000 followers en apenas dos meses.

Hace apenas unos días, la propia Susana -conocida en el universo de las redes sociales como Susana Bicho- desvelaba en una conversación con el extronista Noel Bayarri (33) para Mtmad cuánto ganaba más o menos una influencer "de su nivel" antes del boom de Tentaciones. "Depende mucho del mes… De media, yo tampoco ganaba tanto en un mes. A lo mejor eran 4.000 o 5.000 euros más o menos. Ahora estoy ganando más dinero. Lo que pasa es que no te puedo decir con exactitud cuánto", confesaba la murciana. "Pero tampoco se gana tanto. La gente piensa que se gana mucho más", concluía.

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