En política, como en todos los aspectos de la vida, la vestimenta es una importante herramienta de comunicación. De forma no verbal, con el atuendo se expresan opiniones, sentimientos, pasiones y emociones. Rosa Díez (67), veterana en el ruedo político, ha demostrado que comunicación, política moda van más unidos que nunca.

Este miércoles, la que fuera fundadora del partido Unión Progreso y Democracia ha participado en un acto del Partido Popular en Barcelona donde ha pedido el voto para Pablo Casado: "Estoy aquí porque quiero que tú ganes las elecciones", ha asegurado. Su intervención no solo ha confirmado su acercamiento al partido de Génova sino que también ha demostrado la extraña concepción que la vizcaína tiene de la moda

Para este acto electoral en el que Díez ha estado junto al presidente del PP y a Cayetana Álvarez de Toledo (45), ha sorprendido luciendo un outfit con tintes de disfraz. La que fuera diputada del Congreso de los Diputados ha lucido un traje de chaqueta azul marino de cuadros beige compuesto por dos piezas: una blazer cruzada (con el detalle de llevar la botonadura abierta) y un pantalón pesquero all-baggy. Además, lo ha complementado con una camisa en color rosa empolvado con sus iniciales bordadas (R.D.) y ha coronado el total look con una larga y colorida corbata que ha desatado todo tipo de reacciones en las redes sociales. Mención aparte merecen los zapatos, acharolados y bicolor (blanco y negro). 

Desde que Rosa Díez llegara a la primera línea de la política, el color ha sido la clave en su vestuario. No solo luciendo outfits que llamaban profundamente la atención sino también creando un estilo propio que confirma con esta última aparición pública.

Rosa Díez con traje de chaqueta gris y corbata estampada.

De un tiempo a esta parte, Díez ha optado por el estilo gentleman. En sus últimas intervenciones se la ha podido ver vistiendo trajes de chaqueta oversize con rayas diplómaticas, en diferentes tonos de grises, con talle alto y fajín, al estilo Chicago años 20, junto con camisas masculinas, chalecos e incluso hasta con corbata, como en esta última ocasión.

No se deben obviar sus anillos o sus broches: desde mariposas plateadas hasta libélulas, pasando por estridentes gusanos. El atuendo de los políticos siempre va cargado de contenido. Nada es aleatorio y está seleccionado al azar. Sus prendas se eligen minuciosamente para dotar a su imagen y al discurso de notas fundamentales como la energía en sus mensajes hacia sus interlocutores o por el contrario, la tranquilidad cuando se requiere. 

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