Cumpliendo con sus compromisos profesionales, Carmen Lomana (71 años) acudió al Hotel Westin de la capital madrileña para presentar el lanzamiento de unas nuevas cremas, y es que la empresaria confesó ser una gran seguidora de este tipo de productos para todo tipo de pieles maduras.

La colaboradora de televisión ha mostrado su lado más sincero y ha hablado de sus rutinas de belleza y salud. También ha querido recordar el que ha sido uno de los capítulos más oscuros de su vida, la época en la que perdió a su hijo recién nacido y tuvo que ser intervenida de urgencias a causa de un segundo embarazo, esta vez extrauterino.

Carmen Lomana en un acto público.

¿Diría que el tiempo le ha tratado bien?

El tiempo ha sido hasta ahora bastante generoso conmigo pero también he sufrido muchísimo, he tenido una vidas buena pero con mucho sufrimiento y, sin embargo, siempre he tenido un momento para cuidarme y quererme. Creo que todo está en quererse. En febrero saco mi tercer libro y va a contestar muchas preguntas que me hacen las mujeres diariamente respecto a cómo me cuido, cómo es mi vida, qué he hecho, por qué estoy así... Pero, en resumen, son muchos factores y también está el hereditario.

¿Se fija en las mujeres de su edad cuando las ve por la calle o en revistas?

Las de mi edad suelen estar para los leones, entonces prefiero fijarme en mujeres de 50 o 55 años. Bueno, en mujeres que están bien, porque la edad da igual. Hay mujeres que no tienen edad porque son mujeres con estilo, que están muy bien, que se han cuidado y se han querido y cuando te quieres no te tiras a matar, no te emborrachas, no fumas tres cajetillas al día.

Entonces, ¿nada de beber y de tabaco?

Yo fumo, dos cigarrillos después de comer. Me encanta y me doy ese placer y si salgo una noche con mis amigos pues a lo mejor me fumo otros dos, pero luego puedo estar quince día sin fumar, porque no soy adictiva, tengo la naturaleza de vivir sin tabaco. Yo solo me quedo con las cosas buenas de la vida.

En los momentos que decía que lo ha pasado mal, ¿se ha dejado llevar por la pena?

No. Hay gente que se autolesiona mentalmente y se crea sufrimientos innecesarios, pero yo no pienso así. Y tuve un duelo en el que parecía una viuda de García Lorca. Cuando perdí un hijo y me dijeron que no podía tener más el duelo fue espantoso, pero me costó mucho más recuperarme de la viudedad que de la pérdida de los hijos.

Carmen Lomana ha hablado sobre su momento más complicado.

¿El bebé llegó a nacer?

Sí. Lo que pasa es que tuve un problema de Rh, que antes no se controlaba, entonces los niños nacían con lesiones de corazón, a lo que llamaban muerte súbita. Pero no quiero hablar de eso porque me pone muy triste. Luego tuve algo que fue todavía peor: me quedo embarazada nuevamente, un embarazo extrauterino que me puso malísima y por el que me tuvieron que operar de urgencia porque no sabían lo que era, y el bestia del médico me cortó las dos trompas en vez de quitarme solo donde tenía el extrauterino. Con esto quiero decir que he pasado por mucho, pero lo peor ha sido la pérdida de Guillermo, porque lo demás pensaba 'bueno, pues no tendré hijos, peor sería haberme quedado ciega o haber perdido una pierna'. Siempre pensaba que habría algo mucho peor que eso, porque yo tenía una persona conmigo que me adoraba y me quería, entonces, pues bueno, en la vida no se puede tener todo.

¿Alguna vez le ha dolido cuando la gente pensaba que era una mujer más frívola de lo que realmente era?

Me duele cada día esto que me han colgado de mujer frívola y millonaria, que no sé de dónde se lo han sacado porque encima me hace un daño horroroso, porque la gente se cree que soy rica y todo el mundo va a cobrarte más y Hacienda va a por ti. Yo soy una persona súper normal con los pies en la tierra y no voy de famosa, de hecho me espanta esa gente que se cree que no puede hacer una vida normal y salir a la calle porque es famoso. Pues si eres famosos y te piden fotos es lo que tiene que ser.

Siempre ha sido muy cercana.

Creo que soy muy normal. Y frívola... pues creo que a veces se juega con la frivolidad para vivir pero no con la superficialidad, que es otra cosa. Pero la frivolidad forma parte de la inteligencia y te ayuda a reírte de ti misma y de las situaciones, para protegerte en un momento dado. No hay que ser tan trascendente en todo ni tomarte las cosas tan en serio, porque hay famosos que se lo toman en serio y se creen importantes y dices 'pero tú de que vas, tío no te lo tomes en serio'. 

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