Ricky Rubio (28 años) está viviendo unos meses de celebración. El jugador de baloncesto se ha proclamado campeón del mundo con la Selección Española de basket el pasado domingo y en solo cuatro meses será padre por primera vez. El deportista y su novia, Sara Colomé Surrà, darán la bienvenida a su primogénito en enero de 2020, según ha adelantado la revista ¡HOLA!.

La pareja está viviendo un momento muy dulce tras la histórica victoria del equipo nacional que además ha puesto en valor el talento y la labor del catalán que fue elegido el Mejor Jugador del Mundial de China. Pero a ese gran hito se suma ahora la gran noticia de la próxima llegada de su primer hijo.

Sara y Ricky se fundieron en un apasionado beso tras proclamarse campeón.

El actual jugador del Phoenix Suns se convertirá en padre con la entrada del nuevo año. Y es que es tal la discreción en la que mantiene su relación de pareja que ni siquiera muestra a Sara en sus redes sociales y mucho menos ha comunicado públicamente su próxima paternidad.

Pero a pesar de tanto hermetismo, los novios se dejaron ver de lo más acaramelados en la fiesta de celebración del primer puesto del mundial. Los fotógrafos no dudaron en captar el apasionado beso que la pareja se dio ante la multitud. Tras varios minutos de miradas cómplices, gestos de cariño y sonrisas mutuas, Sara y Ricky no pudieron evitar fundirse en un beso a pesar de los miles de curiosos que les rodeaban.

Sara posee un restaurante en Badalona, pero hace su vida en Estados Unidos junto al baloncestista. Debido al trabajo de Ricky en el equipo americano de la NBA, su novia se instaló junto a él para estar a su lado en los momentos más decisivos de su carrera. Y toda esa unión se ha multiplicado tras conocer esta primavera que estaban esperando un bebé.

Lo cierto es que el retoño llega en un momento de éxito y felicidad para la pareja, pero ese dulce momento no ha hecho que Rubio se olvide de los peores instantes de su vida. Ni siquiera la gran victoria en el campeonato mundial nubló los recuerdos más amargos del joven y tras alzarse con la copa miró al cielo y se la dedicó a su madre, que falleció a causa del cáncer hace tres años. Un gesto que todos aplaudieron y que refleja la personalidad y los valores de este campeón, una esencia con la que seguro educará a su futuro hijo.

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