Después de varias semanas en las que casi no se ha hablado de otra cuestión en los medios de comunicación, por fin ha visto la luz pública el libro de Cayetano Martínez de Irujo (56 años), De Cayetana a Cayetano (La esfera de los libros). Este proyecto literario prometía ser una suerte de catarsis personal con la que el quinto hijo de Cayetana de Alba, duque de Arjona y conde de Salvatierra pondría en orden su vida personal y profesional, realizando un paseo por sus luces y sombras, sus éxitos y naufragios. 

Ahora, con el libro en mano y a la venta, aquellas promesas revolucionarias se quedan a medio gas para muchos: el libro es una auténtica declaración de intenciones y un 'ajuste de cuentas' literario. Consigo mismo y con los demás. En perspectiva, Cayetano no se deja nada en el cajón de su memoria. JALEOS ha querido realizar una recopilación de los pasajes más vitales en la vida de Cayetano, contados de su puño y letra. Desde el día de su nacimiento hasta su actualidad, marcada por el amor que siente por su actual pareja, Bárbara Mirjan

La portada de 'De Cayetana a Cayetano'.

1. El "trauma" tras la muerte de su padre: "Todas las mañanas al levantarme dirijo la mirada hacia la foto de mi padre, unos días le beso, otros le dedico una sonrisa. Todavía, al hablar de él rompo a llorar con la misma pena que sintió el niño huérfano, sin guía y sin rumbo [...] Cuando murió, a las 11 de la mañana del 6 de septiembre de 1972 [...], sus dos hijos, Fernando (60) de trece años y yo de nueve rezábamos ante una imagen de la Inmaculada para pedirle que su curase pronto. [..] Vivíamos ajenos a la realidad: nuestro padre había perdido la última batalla contra la leucemia [...]

Mi hermano Alfonso (68) [...] nos mandó llamar. [...] Obedientes siempre, nos plantamos ante él, y él, con frialdad sorprendente, como si no fuésemos sus hermanos pequeños [...] y nos anunció: 'He venido a deciros que papá está en el cielo'. [...] Si la noticia era dura, el relato fue cruel". [...] La forma fría en que nos comunicaron la noticia me ha provocado un trauma que he arrastrado a lo largo de los años". 

2. Sus "perversas" cuidadoras: [...] Olga, la nanny de entonces, una mujer dura cuyos métodos educativos estarían muy en cuestión hoy día: prefería el golpe a la explicación. Como una mala caricatura de las perversas cuidadoras de los orfanatos, Olga no era precisamente la reencarnación de Mary Poppins, más bien seguía los pasos y el gesto adusto del ama de llaves de la película Rebeca". 

[...] "Hasta cumplir seis años, mi cuidadora era Nana Margarita, una mujer encantadora que ha sido mi apoyo y mi segunda madre hasta su muerte, un año después de la de mi madre Cayetana. [...] Cuando volvieron mis padres a casa con Eugenia decidieron que fuera Nana su cuidadora, la arrancaron de mi lado. A partir de ahí empezó el calvario. Una austriaca [...], ella se ocupó de nosotros. [...] Me doblaba y me pegaba con un bambú". 

3. Fernando, "su hermano querido": "Fernando y yo compartíamos infancia y adolescencia. Es mi hermano querido, de quien más cerca he estado, hemos sido cómplices, aunque nuestros caracteres sean tan opuestos. Cada uno nos revelábamos a nuestra manera". 

4. Su "obsesión" por Eugenia: "Mi hermano Carlos, el actual duque de Alba, y Alfonso fueron formados como educaban a los nobles y a las familias reales: los niños no iban al colegio, eran los tutores quienes acudían al palacio. [...] Carlos nos trataba como a seres pequeños. [...] Alfonso era el más pasota y simpático, yo lo veía diferente al entorno. [...] Con Eugenia (50) he tenido un intento obsesivo de actuar como padre, hermano mayor, amigo...; quise serlo todo y quizás no conseguí nada". 

5. Infancia "sin ayudas emocionales": "La anormalidad, la rareza en la que estábamos inmersos los habitantes de Liria, la reconfirmé cunado empecé a ir a fiestas a los domicilios de otros amigos, ya con catorce años. Nosotros vivíamos aislados, encerrados tras las verjas del palacio, sin cariño, sin apoyos, sin ayudas emocionales. Nos maltrataban sin saber por qué, elegían hasta el color del jersey que debíamos usar, decidían todas y cada una de las horas de nuestra vida". 

Cayetano y Luis María Anson en el funeral de Jesús Aguirre. Gtres

6. El "engolado y pedante" Jesús Aguirre: "Jesús me pareció una persona un poco delirante y un engolado. Este hombre era la antítesis de lo que necesitaba mi familia. [...] Nunca supo gestionar la fantasía de convertirse en duque de Alba". [...] Víctima de su propia biografía, culto, pedante, mordaz y cínico, Jesús Aguirre entró en el palacio de Liria con un desconocimiento total de lo que es una familia". 

7. "Salí con una señora mayor": "Dormía a menudo fuera del palacio y nadie lo sabía. O quizá lo sospechaban y de ahí partió la idea del marido de mi madre de recluirme en un internado. A esa edad salía con una señora mayor que yo. [...] Su marido comercializaba con diamantes, viajaba mucho y se quedaba sola en Madrid la mitad del mes. Esta mujer me recogía en su coche, me daba 20.000 pesetas para que pagase yo. [...] Dormíamos juntos y el lunes me llevaba al colegio en su coche. [...] La catalogaron de abuso sexual". 

8. Su pasión por la hípica: "Con dieciocho años, mayor de edad y acabado el colegio, ya estaba volcado en la hípica. Había saltado tres campeonatos de Europa junior. [...] Me sirvió también para descender de la élite social y palpar la vida real. Fue un enorme aprendizaje". 

9. Fran Rivera "no actuó bien" con Eugenia: "Me parecía un chico con vivencias y circunstancias parecidas a las mías: un madre complicada y huérfano de padre desde muy joven. [...] Creo que poca gente le hablaba de verdad y le daba un consejo imparcial. [...] Con mi hermana, con mi madre y con su hija, Fran Rivera (45) no actuó bien. [...] Estoy a favor de la custodia compartida". (El torero solicitó la custodia total de la hija que tuvo con Eugenia)

10. Su relación "de tres meses" con la infanta Elena: "Un buen día, una persona cercana a la familia, me citó en su despacho para convencerme de que tenía que acercarme a la infanta Elena (55). Por puro patriotismo y responsabilidad histórica. Eran los años en los que el príncipe aún no mostraba intención de formar un familia. [...] Según me hicieron ver, la infanta necesitaba a su lado una persona con conciencia del significado de una dinastía y de la importancia para España de la Casa Real. [...] La relación duró tres meses. [...] Era un mal momento en mi vida. [...] Yo buscaba la normalidad". 

El jinete junto a la que fue su mujer, Genoveva Casanova. Gtres

11. El día que conoció a Genoveva Casanova: "Me crucé con una chica rubia, la saludé, le sonreí y me caí de la bicicleta a una zanja. Era Genoveva Casanova (42). [...] Al llegar a Madrid fue al médico. Le confirmaron el embarazo. [...] Se me cayó el mundo encima. [...] Tenía pavor a convertirme en padre. Genoveva me informó de que iba a seguir adelante al margen de mi decisión. [...] Mi madre siempre fue abierta y comprensiva en ese sentido". 

12. "Era carne de cañón para las drogas": "Me acerqué al mundo de las drogas. Me perturbó por completo la coca, que corría por los locales de Madrid con gran facilidad. Padecía un problema emocional, era carne de cañón para convertirme en prisionero de algunas sustancias, solo era un chico triste y desencantado, sin consejos, sin guía y con una importante contradicción interna. [...] Mi fiel compañero de esos cinco años de locura fue Pocholo Martínez-Bordiú (56)". 

13. Alfonso Diez, 'investigado': "Era inaudito. ¡Mamá tenía ochenta y cuatro años y planes de boda! Nunca pensamos que fuera una relación seria. Comenzamos las pesquisas y se confirmaron los rumores. [...] A ella la conocíamos, ahora debíamos averiguar datos sobre el novio. [...] Si algo me quedó claro tras la reunión (con Alfonso Diez (68)), al margen de la decisión de mi madre, fue que Cayetana, se había bajado del trono para actuar desde la sensibilidad de una mujer enamorada. 

14. Los últimos meses de Cayetana: "He hablado a menudo con su marido sobre sus últimos meses. Él la cuidó con mimo. Pasaban muchos horas viendo películas antiguas, una de sus grandes pasiones. [...] Una semana antes de su muerte su salud se había deteriorado mucho por una infección pulmonar. Su marido se debatía entre sus súplicas para no ir al hospital y los consejos médicos de ingresarla con urgencia". 

15. "Bárbara me gana día a día": "Mi relación con Bárbara es magnífica. Nos reímos mucho juntos. Saca lo mejor de mí. Si nos hubiéramos conocido tiempo atrás no hubiéramos durado, habría sido otra mujer perdida en mi vida. [...] A Bárbara no se le caen los anillos por arreglar la casa o ir a la compra o conseguir un billete de avión. Me ha ido ganando día a día". 

[Más información: La confesión más dura de Cayetano Martínez de Irujo: "La cocaína me perturbó por completo"]

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