Jorge Javier Vázquez (48 años) ha recibido esta semana una feliz noticia que no creía que fuera a recibir nunca más. Tras sufrir el ictus que le obligó a ingresar de urgencia en el hospital el pasado 17 de marzo, y después de varias pruebas, análisis y una estancia de 5 días bajo supervisión médica, el 17 de abril recibió el alta médica definitiva, pero con muchas pautas a seguir para su renovada vida. Entre ellas, se decidió cancelar la gira teatral que ya tenía programada por toda España, algo que apenó al presentador porque con la obra escénica estaba cumpliendo su sueño con gran éxito. Sin embargo, estos días ha anunciado su vuelta a las tablas, algo que, según los expertos, no es del todo recomendado.

Después de un mes de silencio mediático, Jorge Javier regresaba a la pequeña pantalla en la primera gala de Supervivientes 2019, el 25 de abril. Un paso que reflejaba su buen avance en términos de salud. Pero aún seguía sin arriesgarse a pisar los escenarios, porque significaría compaginar las jornadas televisivas con los viajes, ensayos, actuaciones y presiones constantes, algo que no recomiendan los doctores tras sufrir un ictus que, tal y como el catalán afirmó, "fue tan grave que los médicos llegaron a hablar de muerte, tuve mucha suerte".

Jorge Javier, el día que recibió el alta médica definitiva y supo que podría volver a trabajar.

Sin embargo, este miércoles ha anunciado el propio presentador en Lecturas que el próximo año, cuando ya cumpla 50 años, estará actuando por los teatros con una obra sobre la vida. Esta misma semana se hace, de hecho, las fotografías del cartel. Un rodaje de rutina que no ayuda estabilizar su estado tras el susto del ictus, porque las secuelas, según deslizan psicólogos y neurólogos a JALEOS, pueden pasarle factura en su nueva aventura interpretativa.

Profesionales médicos hablan con cautela y cuidado del estado del presentador, porque pese a no poder dar sentencias firmes por desconocer en profundidad los análisis del catalán, en términos generales los sanitarios aseguran que la vuelta tan rápida de Jorge "supone riesgos para su salud" debido "concretamente al estrés de trabajo que se deriva de las dos profesiones que ejerce".

Entre las posibles consecuencias que se pueden dar tras sufrir un episodio tan grave como un ictus, apuntan que, más aún en el caso de Vázquez, "puede experimentar rápidamente ansiedad, devenido del propio daño cerebral, pero también, por el duelo que supone la pérdida con respecto a las capacidades previas al mismo; también fatiga primaria, que se caracteriza por un cansancio extremo o falta de energía que puede venir por el estrés emocional a modo de montaña rusa de situaciones que ha vivido en menos de un año; ligado a ese caso, también puede experimentar incontinencia emocional, la alternancia de sentimientos es frecuente tras sufrir un ictus. Y en el caso de Jorge Javier, la más relevante y que puede darse fácilmente es la consecuencia más habitual en las personas que mantienen un alto nivel de exigencia y que han vivido un suceso que les ha marcado tanto y ha reducido de repente su rutina de trabajo es la baja tolerancia a la frustración, que se refiere al temor ante la vivencia de fracaso al afrontar una tarea determinada".

Jorge pasó su mes de baja relajado en casa bajo los cuidados de sus perros y su expareja Paco.

Otro diagnóstico posictus que es muy frecuente y que por el caso especial de Jorge Javier, quien ha decidido embarcarse en una nueva aventura apenas dos meses después de recibir el alta, puede ser muy habitual: "Podría sufrir un episodio de anosognosia, una patología que se refiere a la falta de conciencia sobre la discapacidad y sus consecuencias, lo que puede causarle sucesos de las que aún no es consciente que pueden ocurrirle".

Sin embargo, el presentador ya dejó claro que "no iba a hacer nada sin la aprobación de los médicos", que seguiría sus pautas pero que "no iba a dejar de vivir y hacer lo que le gusta".

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