• 1 de 14

    Salón de comidas

    El estilo clásico de los palacios portugueses rige todo el diseño interior. El comedor destaca por su elegancia del granate de las paredes y el dorado de los detalles como los marcos y la lámpara.

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    Suite matrimonial

    Todo el palacete consta de suites. Esta en tonos beige y dorados, es de las más pequeñas del lugar. Sin embargo, como todas, disfruta de una gran luminosidad.

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    Suite deluxe

    Se trata de una de las suite más grandes del hotel, en tonos crudo y negro y siguiendo la estela romántica del palacete. Javier y Alba se alojaron en una de estas.

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    Baño privado de la suite

    La bañera es la protagonista de una de las fotos de Alba. Una pieza como esta que se puede encontrar en las suites más lujosas del Chapariz del Rei.

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    Estilo luso

    A pesar de que la mayoría de estancias se rige por un mismo diseño, los colores de una a otra cambian y respiran un toque diferente. En este caso, hay detalles más modernos que en otras.

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    Comodidades de lujo

    Salones completos con cocina americana para quienes deseen prepararse su propia comida o unos aperitivos entre horas. Todo está disponible para que los huéspedes disfruten de la estancia.

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    Ubicación excepcional

    La luz del sol siempre entrará por las ventanas del palacete, pues se encuentra en un lugar privilegio. Algo a lo alto, con vistas excepcionales a Lisboa y a la orilla del río Tajo.

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    Vistas al Tajo

    ¿Qué hay mejor que desayunar con esta postal? Los tejados de las casas rústicas y con el olor al Tajo que avanza sobre los pies del palacete hacen de esta terraza un lugar ideal.

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    Terraza exterior

    Cuando el sol se posa sobre la terraza privada de las suites, la calidez hace de este lugar el mejor del mundo.

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    Patio interior

    Las vidrieras, las columnas, la luminosidad, los farolillos... es uno de los lugares fetiche de los huéspedes.

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    Cuidando los detalles

    Los grandes ventanales son los protagonistas de las habitaciones, y ver el atardecer es un capricho desde este lugar. Por eso, en cada suite hay un catalejo para percibir cada detalle de la puesta de sol.

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    Inspiración arábiga

    Alrededor del palacete los detalles vegetales, los míticos azulejos portugueses y las esculturas se levantan para recibir y acoger a los huéspedes.

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    Salones compartidos

    El punto de encuentro del palacete es este amplísimo salón repleto de sofás. Los detalles clásicos, como la madera y la piel se reúnen en este cuarto de estar.

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    Un auténtico palacio

    La imponente fachada lo deja claro. El palacete es un monumento más de la bella Lisboa. Sus ladrillos, piedras y azulejos reflejan la historia de la ciudad.