Nada queda de aquel jovencísimo Kiko Hernández (44 años) que entraba en Gran Hermano el 4 de abril de 2002. No ganó el maletín, quedó tercer finalista pero supo ganarse el dinero durante los 16 años posteriores hasta convertirse en una de las estrellas de Telecinco. Aunque su verdadera transformación ocurrió en enero de 2017, cuando nacieron sus dos hijas y se estrenó en el mundo de la paternidad. Ya lleva inmerso en la vida familiar 660 días.

El colaborador de Sálvame cumplió su sueño de ser padre a modo de regalo navideño el año pasado. Y desde el primer momento mostró que se iba a tomar muy en serio su nueva faceta paternal, pues enseguida decoró una gran habitación con motivos infantiles, peluches, juguetes y cunas para que Abril y Jimena (1) tuvieran todo listo cuando llegasen a casa. Ese gesto demostró lo implicado que estaría con las pequeñas y cómo cambiarían sus pensamientos, ya que pasó de vivir solo a tener una familia propia a su cargo y por la que preocuparse.

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En las últimas semanas ha quedado más claro que nunca el gran giro que ha experimentado Kiko en su vida. El tema tan ferviente de la separación de Miguel Bosé (62) y Nacho Palau (47) con sus cuatro hijos de por medio ha tocado de lleno al colaborador por el hecho de que las consecuencias más duras han recaído sobre los menores: "Esos cuatro niños, por favor, hay que pensar en ellos, no se les puede hacer esto", repite a menudo cuando el tema vuelve a la tertulia de Sálvame.

Mientras la mayoría de sus compañeros se han centrado en lo que cuenta el entorno y en la guerra interna de la expareja, Hernández suele poner el centro de su atención en los hijos y en su bienestar. Y es que sus hijas también son mellizas y conoce de primera mano el vínculo que entre ellas se establece. Del mismo modo que también fueron concebidas por gestación subrogada. Demasiados puntos en común con la noticia que le hacen imposible no empatizar con lo sucedido.

Primer año de 'cole'

El pasado mes de septiembre Abril y Jimena comenzaron su etapa colegial. Para ese gran día no faltó Kiko, que se encargó de llevarlas al colegio, a la zona de la guardería, y despedirse de ellas in situ. Las pequeñas y su padre recorren 20 minutos en coche cada mañana para asistir a uno de los centros educativos más prestigiosos de Madrid. 

Bilingüe, privado, innovador, internacional y de alta seguridad. El colegio de las pequeñas Hernández Ruiz posee todo tipo de lujos, instalaciones pioneras y servicios de calidad para que tengan a su disposición la mejor y más avanzada educación. Sin embargo, lo que no es diferente a otros centros son las vacaciones navideñas. El colaborador estará pensando en preparar pronto el árbol de Navidad y demás detalles de estas fechas para que sus hijas vivan la festividad navideña en todo su esplendor. Y él encantado de hacerlo y vivirlo porque serán las primeras vacaciones escolares de sus dos amores.

[Más información: Bilingüe, prestigioso y de alta seguridad: así es el colegio de las hijas de Kiko Hernández]

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