Fíjate que hoy voy a hacer una comparativa entre Belén Esteban (44 años) y Carlota Corredera (43), que ha cogido la pobre unos kilitos y la están poniendo a caer de un burro en las redes, las mismas envidiosas que antes ensalzaban su figura. Yo la envidiaba y la sigo envidiando porque, ¿qué tendrá esta mujer que no tenga yo misma -el burro adelante pa' que no se espante- Beyoncé (36) o Mariah Carey (48) para llevar el título de la reina de las mujeres yo-yo que quieren imponerle?

El efecto rebote siempre existe. Ya me lo advirtió una tía mía, en los lejanos tiempos en que pesaba 55 kilos y creía que me sobraban tres: te quitarás tres y cogerás cinco, te quitarás cinco y recuperarás diez, y así subirás exponencialmente hasta doblar el peso. Carlota está algo más gruesa en la portada de Lecturas, pero es que, manda narices, le han puesto al lado a Belén Esteban, con un contrapicado de los que le hacían a la diminuta Celia Gámez para empapelar la fachada de los teatros e iluminada como Julia Roberts (50) en el anuncio ese de las colonias con cordoncitos plateados…¡Abusona! 

Montaje JALEOS del antes y el después de Carlota.

Carlota, que no se ha operado, y tiene el mérito de que no se le hayan quedado los pechos como dos huevos fritos pese a haber perdido 60 kilos, luce un bañador bastante poco favorecedor y una niña que se adivina monísima pese al pixelado. Para haber perdido sesenta kilos tiene las carnes bastante prietas. Le ocurre como a Belén Esteban, que con toda la tralla que ha dado a su salud, tiene una piel corporal envidiable. Está claro que a la princesa del pueblo le habrán metido algo de photoshop, como a todo quisqui, pero las fotos son magníficas, y la iluminación es perfecta. Se nota que las fotos las ha hecho un fotógrafo nacido en los tiempos analógicos.

Aprovecho para daros un truquito que me contó alguna famosa con vistas a vuestras cuentas de Instagram este verano: no os dejéis nunca hacer fotos a pleno sol si no queréis que vuestras piernas parezcan un sofá de capitoné. Hacedme caso, aunque seáis campeonas de atletismo y tengáis la piel más lisa que una esquimal. Pedid flash de relleno, y elegid cuidadosamente la hora del día para las imágenes playeras, a partir de las 19:00 está bien, o a primera hora de la mañana. Si no es la hora apropiada o no hay flash, la sombra de un sauce llorón puede evitar que lloréis. Parecerá que tenéis varicela en la cara pero distraerá la visión de las posibles lorzas. Si me seguís leyendo en semanas sucesivas volveré a soltar otro consejito.

Carlota Corredera en una imagen de sus redes sociales.

Cuentan que Carlota podría ser la última víctima de las dietas milagro. Según una persona que la conoce, solo ha cogido unos kilos, no más de siete, calcula, porque esta mujer guarda secreto de confesión con su báscula, como toda gorda o exgorda que se precie. Y en verano, con los tintos de idem, el placer orgásmico de los helados de chocolate, el ali oli de Menorca o del Mercadona y las siestas es muy complicado no engordar. Especialmente cuando tienes una niña pequeña y en lugar de nadar como una loca contra las olas y gastar calorías tienes que cuidarla cerquita de la orilla. Si fuera Paulina Rubio la que jugaría con la niña sería la nanny.

Una admiradora de Carlota, en la última foto que colgó, le preguntaba si estaba embarazada. La he llamado y su marido ha sido quien ha cogido el teléfono. Me lo ha desmentido él. Carlota no está embarazada, y con respecto al aumento de peso, le ha restado importancia al tema con evasivas muy educadas.  

Es de una descortesía tremenda hacer esas preguntas, y sé lo que fastidia que te las hagan, pero era mi deber. También he hablado con la doctora Elena Soria, médico nutricionista de la clínica Menorca, quien afirma que para no quedarse fofa cuando se adelgaza es importante la proteína. "Es uno de los macronutrientes que hay que tener en cuenta y es la base estructural de todas nuestras células, aparte de la grasa y los azúcares en su proporción. Pero cada vez está más demostrado que hay que reducir el consumo de grasas y azúcares y aumentar el de la proteína, pero tampoco en exceso. Si no la tomas pierdes tonicidad, a nivel visual hay una flacidez importante, hay laxitud… A nivel cardíaco es importantísimo. Hay vegetarianas que tienen arritmias, y requieren incluso de marcapasos".

Yo estoy ahora yendo a una nutricionista, pero sé que lo mejor es lo que dice mi médico de cabecera: "mucho ejercicio, comida sana, comer de todo, y menos cantidad". Los kilos que se pierden despacio se tardan más en recuperar, pero a veces, por motivos de salud, hay que perderlos más deprisa.  

Con Carlota coincidía en los pasillos de Mediaset hace muchos años, cuando no salía en pantalla. No era una mujer delgada, pero tampoco me daba la impresión de estar gorda. Me parecía una Diana Cazadora hermosa, grande y fuerte. Con el embarazo cogió muchísimos kilos. No perdió peso por estética, como Gloria Serra (53), sino porque su salud estaba amenazada.

Dudo que los mensajitos ofensivos de algunos followers le ayuden nada. Me cuentan que en una producción fotográfica para una revista, la mujer de un empresario de la comunicación, friki fan, reconvertida en estilista para estar cerca de las divas le soltó algo así como "este bañador es demasiado claro, que no eres Alessandra Ambrosio (37), aunque hayas adelgazado". La mirada que le dirigió Corredera era de las que helaba la sangre, y entonces estaba hecha todo un figurín. Un técnico que estaba allí nunca lo olvidará, ni creo, que, si es un poco lista, la protagonista de la anécdota haya olvidado aquel instante.

Por cierto. Parece ser que Jorge Javier (47) va a tomar el testigo de Carlota Corredera. La opción en la que pensó primero la firma era un deportista con sobrepeso, y de ello informamos en este periódico hace nueve meses. Se especuló con los nombres de Ronaldo Nazario (42), también conocido como Ronaldo el gordoel Mono Burgos (49), Arvydas Sabonis (53) y hasta Michael Robinson (59). La empresa de los batidos proteicos dio un giro a su estrategia tras darse a conocer la noticia y el relevo de Carlota se ha hecho esperar. Tal vez demasiado. 

La presentadora podría haberse cansado de mantener el tipo. Porque se tome un descansito no va a pasar nada. ¡Ánimo! Y no te enceles de Belén Esteban, que es muy difícil competir con esas exuberancias a lo Dolly Parton que gasta la rubia. Si parece la sobrinita picarona del granjero de los espárragos. Toda una pin up millenial. Otra cosa: la youtuber Soy una pringada ya puede estar contenta. Carlota Corredera ha dejado de ser una gorda traicionera, pero solo un poquito.

[Más información: Carlota Corredera, la última víctima de las dietas milagro]

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