Diecinueve años después del final de Médico de Familia, Bertín Osborne (63 años) propiciaba este viernes el reencuentro de una gran parte de sus actores en Mi casa es la tuya aprovechando su entrevista a Lydia Bosch (54 años). Un reencuentro que sirvió para recordar anécdotas de la serie y descifrar una de las incógnitas que siempre había estado en el aire: ¿hubo un romance entre Lydia Bosch y Emilio Aragón (58)?
"Para nada", aseguró tajante la actriz. "Si los veías en la pantalla, era tan natural, tan fresco, lo hacían tan bien, que era normal que se pensara. La pena es que el lío no lo tuviera conmigo, entonces si que lo contaba", bromeaba Francis Lorenzo (57), que interpretó el papel del tío Julio.
Pero más allá de estos rumores, la actriz se emocionó al recordar los momentos que ha pasado junto a ellos: "Profesionalmente ha sido una experiencia maravillosa, pero personalmente hay amigos en el alma que me llevo de verdad".
No pudo estar, sin embargo, el otro gran protagonista de la serie, Emilio Aragón, quien no obstante quiso dejarles un mensaje grabado. "La gente piensa que cuando grabamos, la comida no es real. Pero en Médico de familia, en las secuencias de la cocina la comida sí lo era. De todos nosotros hay una persona que cocina de maravilla. Y según el día, nos hacía un plato u otro".
Se refería a Luisa Martín (58), que demostró al propio Bertín lo bien que cocinaba encargándose de cocinar para los actores que se reunieron junto a Bosch.
Pero, dejando a un lado, Médico de Familia, Lydia Bosch también habló de su vida y cómo llegó a la profesión de la mano de Chicho Ibáñez Serrador. A Lydia le encantaba ‘Un, dos, tres’ y soñaba con ser azafata, pero jamás pudo imaginar que acompañar a una amiga al casting, precisamente de azafata, para este mítico programa le cambiaría la vida.
"Yo me quedé atrás, y de pronto noté una mano en el hombro, era Chicho Ibáñez Serrador, me dijo 'sube al escenario'", contó Lydia. Con la naturalidad y los cero nervios de pensar que jamás la podrían coger sucedió todo lo contrario, fue una de las elegidas. En su familia no sentó demasiado bien, pero jamás le faltó apoyo, incluso cuando el propio Chicho le cambió el apellido Boquera de Buen por Bosch.
"Con los años me enteré que mi padre lo pasó fatal cuando me fui a Madrid. Mi madre me echó un capote porque él me lo quiso prohibir. El cambio de apellido no le importó tanto como el hecho de que saliéramos en maillot", recordó.
Precisamente se emocionó al hablar de su padre. "Mi padre ha sido el hombre de mi vida", confesaba Lydia a Bertín con lágrimas en los ojos. La actriz contó que su padre murió casi de repente: se sometió a una operación rutinaria de corazón que se complicó y lo que iba a ser nada terminó con una operación a corazón abierto que acabó con su vida. "Pienso realmente que las cosas pasan cuando tienen que pasar. Era el momento de hacer el viaje que le tocaba hacer y si no hubiera sido de una manera, hubiera sido de otra", dijo sin poder contener las lágrimas.