Alguien dijo una vez que la celebridad no te vuelve borde, sino que simplemente hace visible que ya lo eras. Una afirmación que comulga de cabo a rabo con Pau Donés (51 años) que, a pesar de haber sido premiado con el Caracol de Oro en el ámbito musical en la 34ª Fiesta del Caracol, su forma de ser dejó patente su lado agrio, esquivo y prepotente.

Es la primera vez desde que se celebra este acontecimiento en el restaurante Can Soteras de Barecelona por el que han pasado grandes personajes como Paloma San Basilio (67), Sara Montiel, Bárbara Rey (68), José Sacristán (80) o Juan Echanove (56), que un invitado se muestra tan maleducado con la prensa. Incluso hubo momentos en los que se tapaba la cara y llamaba la atención a los profesionales para que no le grabaran. En la misma sala se encontraban Mireia Canalda (35), la reina del caracol; Eva Hache (45), carolita de oro; Miquel Hérnandez, caracol artístico y futurible ganador de Tu cara me suena o el cronista social Josep Sandoval, premio Joan Poch Soler a su trayectoria.

El cantante se somete a pruebas médicas antes de cada concierto.

En el 2015, a Pau Donés le diagnosticaron un cáncer de colon con metástasis en el hígado que afrontó con entereza. La quimioterapia surtió efecto, la enfermedad parecía erradicada, hasta que volvió a aparecer. En una entrevista a XL Semanal comentó hace un año que "los médicos me han dicho que tengo un 20% de posibilidades de que viva más de cinco años".

Por mucho que diga en público que le interesa desestigmatizar el cáncer, el líder de Jarabe de Palo, algo incómodo con las preguntas, respondía sin cesar: "He venido a comer caracoles". A pesar de todo, JALEOS pudo sonsacarle cómo se encuentra actualmente.

¿A qué te refieres cuando dices que el cáncer es una anécdota?

La vida es un conjunto de anécdotas donde unas molan más que las otras, pero hay que hacerse a la idea. El cáncer es un paso más en la vida, una prueba más que has de superar.

Actitud positiva ante todo.

La idea es estar poco pendiente de aquellas cosas o anécdotas que son más trágicas. Se sufre por muchas cosas, pero hay que hacerlo lo menos posible.

¿En qué te ha cambiado la vida?

En nada. Aquí he venido. A comer caracoles.

¿En qué proyectos estás metido?

El año pasado no paramos. Sacamos disco, libro, hicimos 122 conciertos… y este año pensamos seguir encima de los escenarios. Yo quería descansar, pero con mucho gusto vamos a seguir. La verdad es que lo pasamos muy bien.

¿Qué le pides al 2018?

En general, que sea bueno y que nos deje ser todo lo felices que podamos.

Pau Donés, inseparable de su guitarra.

Aparentemente, Pau Donés se lo estaba pasando bien con el resto de invitados. Sin embargo, el agobio de la gente y, sobre todo, de la prensa, empezó a hacerse patente en su forma de mirar. A diferencia de los premiados de otras ediciones, el cantante se levantó de la mesa presidencial sin despedirse de casi nadie y sin esperar a cortar el pastel. "Ha sido muy maleducado, no lo había visto antes", comentaba una famosa ex vedette del mítico El Molino de Barcelona.

Custodiado por varias personas que a duras penas dejaban que se acercaran al intérprete de La flaca, Donés intentó salir de la planta de arriba por las escaleras que dan a los baños. Sin embargo, alguien le cogió de la mano para que continuara caminando unos metros más para bajar por otras que le llevarían directamente a la calle. Antes de salir, eso sí, el único gesto de amor y simpatía que se le vio en todo el acto: un efusivo beso y abrazo a Eva Hache.

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