El miércoles pasado, JALEOS abría con las imágenes de Julián Muñoz (69 años), el moribundo, bailando sevillanas con un cuerpo y un arte digno del de Farruquito en sus mejores tiempos. ¿Desconocen que el 'pobre' Julián, como le ocurre a tanta personas en trance de pasar a mejor vida vuelven a su más temprana juventud antes de dar los últimos estertores?. A Julián no le ha dado por acordarse de sus familiares fallecidos, ha rememorado aquellos tiempos felices en los que explotaba en El Arenal, en Ávila, la piscina y el baile del pueblo, un negocio que le venía de familia.

[Más información: Las sevillanas del moribundo Julián Muñoz a las cinco de la madrugada]

Allí vivió tiempos felices hasta que se casó con Mayte Zaldívar (61), el verdadero cerebro del matrimonio y la artífice de su ruina por un quítame allá esos cuernos y déjame las bolsa de plástico llenas de billetes escondiditas. Aquella mención le hundió, como a Gil meterse en política, y como el debate que mantuvieron el gran Jesús Gil y su lacayo en directo en Aquí hay tomate.

Julián, como decimos, siempre fue muy bailongo… Luego llegó el traslado a San Martín de Valdeiglesias, el pueblo de donde procede Ramón Rodríguez Arribas, vicepresidente del Tribunal Constitucional. Allí, cuentan, servía las cañas con mucho arte, como hacía en Marbella cuando era alcalde y le daba por hacer procesiones con la Pantoja (61) por todos los bares de la ciudad seguidos de los periodistas. A Mayte en cambio, la recuerdan en San Martín como una malagueña que servía las cañas con mucho asquito a los clientes, como si no las pagaran.

Julián Muñoz declarando ante el juez. Gtres

Ella fue la que insufló en él la llama de la perdición y se lo llevó a Málaga. Han sido siempre las mujeres las que han dirigido la vida de este hombre. Si no hubiera conocido a Isabel Pantoja, si la rubia del garito no le hubiera sacado a bailar…¡Cuantos si no hubiera! Lo cierto es que el Julián de el otro día, vuelva o no vuelva a la trena por culpa del vídeo emitido en exclusiva en EL ESPAÑOL tiene su puntito. Si hasta tiene mejor figura que aquel jugador de baloncesto a quien Muñoz defenestró del corazón de Isabel Pantoja. Ahora ya no babea como en los juicios, solo lo hace por una venezolana, que, según contó Lydia Lozano (57), es clavadita a Isabel Pantoja.

El hombre es el único animal que tropieza una, dos veces y hasta cuarenta y cuatro en la misma piedra. Siempre fue mujeriego, y su mujer, con despacho en la tenencia de alcaldía cuentan que hacía la vista gorda, hasta que llegó Isabel. Por una infidelidad mal asumida, Julián, Mayte e Isabel acabaron durmiendo en el trullo.

Una ruina, como la que se avecina para una de las clínicas más pijas del universo mundial situada en Altea. Por las imágenes del otro día, los clientes del Sha Wellnes el spa médico integral donde Mario Vargas Llosa (81) e Isabel Preysler (66) se ponen en forma, han pedido en masa plaza en Alhaurín de la Torre. Circulaba el rumor, difundido incluso en algún programa de Telecinco, de que uno de los ingresos de Julián en la clínica Teknon de Barcelona en el 2010, estuvo originado por las pastillitas azules que anunciaba Pelé.

La gente se preguntaba para que necesitaba Julián estimular sus poderes amatorios en la cárcel si Isabel no iba a verle. A juzgar por el estado en que se encuentra el ex preso más famoso de España no hay mejor campaña para los beneficios del famoso fármaco pitufo destinado a la disfunción eréctil. Si hasta tiene menos cutis. ¡Que riesgos de infarto ni que porras. ¡Vaya con la toalla!

Julian Muñoz bailando Carmen Suárez

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