Nada tiene que ver la Susana Díaz (43 años) que por primera vez pisó el palacio de la Zarzuela con la actual presidenta de la Junta de Andalucía. El cambio no solo pasa por su experiencia y sus dotes políticas, es una transformación que también se puede observar en lo físico, sobre todo en los últimos meses.

En las últimas imágenes que se tiene de la socialista se la puede ver visiblemente más delgada. Aunque hace ya un año JALEOS recogió la gran pérdida de peso que había protagonizado Susana durante su campaña electoral contra Pedro Sánchez (45), estas últimas instantáneas apuntan a que la presidenta de Andalucía ha continuado esta línea. 

Hace unos años la presidenta solía vestir ropas holgadas que ocultaran la forma de su cuerpo, sobre todo en lo que a los pantalones se refiere. Sin embargo, ahora suele combinar este tipo de prendas con cinturones ceñidos y elementos que remarcan sus curvas. Además, se atreve con algunas de los conjuntos más 'it', como los pantalones con la raya lateral que están de moda y que esta misma semana ha lucido. 

Asimismo, la pérdida de peso también se puede observar en su rostro. Antes en el rostro predominaba las formas redondeadas con unos prominentes pómulos. En cambio, ahora su perfil es más afilado y las líneas redondeadas han quedado en el pasado. 

[Más información: El 'look' de Susana Díaz: así era y cómo debe ser para llegar a presidenta]

La eterna criticada

La presidenta de la Junta de Andalucía es criticada ya sea por un estilo informal, arreglado, por kilos de más o por adelgazar en un momento dado. Lo cierto es que la política está acostumbrada a encontrarse en el centro de las críticas. 

En este sentido, son varias las veces que las personas la han juzgado por tener un look muy informal, incluso desenfadado. Por eso, no extraña que a medida que la andaluza haya ido escalando puestos en su carrera política también haya ido modificando su imagen (una práctica habitual en los representantes públicos de hoy en día).

Susana Díaz en una imagen reciente. Gtres.

Con los años la socialista ha tendido hacia las prendas más arregladas, con líneas rectas. Eso sí, el único elemento que aún mantiene de sus inicios es la austeridad en los complementos y las joyas. 

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