Quedan 48 horas para que Ana Boyer (28 años) y Fernando Verdasco (34) se den el 'sí, quiero' en las Bahamas. El evento estará protegido al milímetro para que nadie pueda reventar la exclusiva, pero, por mucho que la hija de Isabel Preysler se empeñe, no podrá conseguir el nivel de intimidad que tuvieron Penélope Cruz (43) y Javier Bardem (48) el día de su boda.

En el más estricto secreto. Así se casaron los actores de Jamón, jamón en 2010. Los rumores de boda rodeaban constantemente a la pareja desde principios de ese año, pero solo un medio estadounidense se atrevió a fijar el enlace en verano, y acertó. Sin embargo, nadie supo de su existencia hasta dos semanas después del 'sí, quiero', cuando la agencia de representantes de la intérprete de Alcobendas envió un comunicado a los medios.

Nada que ver con la gran boda de este viernes. La cita especial de Boyer y Verdasco lleva en los calendarios de la prensa del corazón desde el final del verano y más aún en la de los paparazzi. Los fotógrafos más escurridizos ya están al otro lado del Atlántico ataviados con sus teleobjetivos para ver si son capaces de cazar cualquier instantánea de la boda del año, porque un solo 'click' se paga a precio de oro.

Las Bahamas ha acogido las bodas de decenas de famosos.

El hecho de anunciar el enlace con tanta previsión ha dado pie a que las investigaciones sobre el cómo, dónde, con quiénes o demás detalles queden saldados. Cosa que no ocurrió en la ceremonia de Penélope y Bardem, donde la privacidad cobró su sentido más riguroso de principio a fin.

De hecho, lejos de aprovecharse de las paradisíacas playas de las Bahamas, como va a hacer Ana Boyer, la pareja de oscarizados actores prefirió jurarse amor eterno en la casa de unos amigos que tienen en común con Johnny Depp (54), quien, de hecho, fue el que les cedió su isla privada, Little Hall's Pond Cay, para que tuvieran la mayor intimidad posible.

Los miembros más cercanos del clan Cruz y Bardem fueron los únicos que estuvieron presentes en la boda de los actores hace siete años. No obstante, en el caso de la unión de Boyer y Verdasco no solo habrá cabida para familiares sino también para amigos, alta sociedad, deportistas varios y conocidos vip que den caché a la exclusiva que tienen pactada los novios con su revista de cabecera.

El secretismo de Penélope y Javier frente a la exclusividad de Ana y Fernando. El vestido romántico de Pronovias de la hija de Preysler en oposición al estilo rompedor de John Galliano por el que apostó la actriz. Una boda íntima contra otra por todo lo alto. Serán dos enlaces muy diferentes, aunque serán imposibles de comparar, ya que, mientras que nunca se filtraron fotografías del momento mágico del matrimonio Bardem Cruz, el 'sí, quiero' de Boyer tendrá un extenso reportaje para el deleite de los más curiosos.

Ana Boyer junto al diseñador Hervé Moreu de Pronovias, y Penélope junto a John Galliano.

Otros vips que eligieron las Bahamas para su boda

Penélope Cruz y Javier Bardem le deben a Johnny Depp la privacidad de la que gozaron en su boda. Y es que el actor estadounidense compró una de las pequeñas islas del Caribe por 3,5 millones de euros en 2004. Además de dejársela unos días a sus amigos españoles, también viajó a ella para casarse con Amber Heard (31) hace dos años.

Antes que ellos, en 1998, Cindy Crawford (51) y Rande Gerber (55) se casaron en las Bahamas al más puro estilo hippie. La supermodelo escogió también un diseño de John Galliano y optó por ir descalza para sentir la arena de la playa en sus pies. Diez años después, Mariah Carey (47) y Nick Cannon (37) se dieron el 'sí, quiero' por sorpresa en las idílicas islas el 30 de abril de 2008. El afamado actor Matt Damon (47) tampoco se resistió a vivir su momento romántico en mitad del Caribe y por eso renovó sus votos con Luciana Barroso en 2013 con una ceremonia en las Bahamas.

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