La boda del año tiene todos los ingredientes para serlo. Un novio tenista, una novia hija de un exministro y de la 'reina del papel couché', invitados vip y una enlace por todo lo alto en las Bahamas. Lo que se traduce en una elevada inversión económica que los 'privilegiados' invitados costean de su propio bolsillo. Y todo empieza por el vuelo, que muchos de ellos ya tomarán este fin de semana.

Algunos de los 50 invitados que completan la lista de asistentes a la caribeña boda han decidido poner rumbo a las Bahamas estos días para amortizar de buen grado el enorme desembolso que les supone el viaje. No obstante, Ana Boyer (28 años) y Fernando Verdasco (33) junto a la mayor parte de los invitados aterrizarán el próximo martes, según ha podido saber JALEOS, y se quedarán cinco días, hasta el domingo que vuelvan a España.

Ana Boyer y Fernando Verdasco, disfrutando de la playa.

Un hotel de cinco estrellas acogerá a la multitud de vips que no se perderán la cita nupcial del año. Todos los invitados volarán desde España a Miami donde harán escala. Una vez allí tomarán un jet privado que les dejará en la paradisíaca isla de las Bahamas donde tendrá lugar la ceremonia. Algunos también irán en vuelo directo a la isla de Nasáu y volarán después en helicóptero a la zona de la boda.

La pareja se dará el 'sí, quiero' el próximo viernes 8 de diciembre ante muchos de los rostros más cotizados para la prensa del corazón. Por parte de la novia no faltarán sus hermanos Tamara Falcó (36), Julio José Iglesias (44) o Enrique Iglesias (42), ni por supuesto su madre, Isabel Preysler (66), que aún no ha trascendido si finalmente acudirá junto a Mario Vargas Llosa (81). Por parte del novio, asistirá un nombre que lleva un par de años sonando en las tertulias rosas y en la boca de Alba Carrillo (31): el también tenista Feliciano López (36).

Lo jugosa que resulta la lista de invitados para los medios de comunicación hará que los paparazzi se movilicen para conseguir cualquier instantánea. Por este motivo, el evento estará cuidadosamente protegido para salvaguardar la exclusiva que la pareja tiene firmada con su revista de cabecera.

Son 7.000 kilómetros los que separan España de las Bahamas y esa cifra podría ser también la que van a gastarse los invitados de Boyer y Verdasco. Ante tan desembolso no resulta extraño comprender que muchos de los que en principio estaban en la lista de asistentes decidieran rechazar la invitación al conocer el destino. Eso sí, los novios se han encargado de gestionar las reservas del alojamiento así como de enlazar los vuelos y controlar los mejores horarios, pero después de recibir el su cuenta los ingresos de cada uno de los asistentes.

Los prometidos, más que nadie, desean que la boda salga perfecta; no solo porque se trata de su gran día y del comienzo de una nueva etapa en su vida, sino también -y sobre todo- porque no pueden permitirse decepcionar a las 50 personas que han invertido tantos miles de euros en escuchar su 'sí, quiero'.

Ana Boyer y Fernando Verdasco se casan

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