Unos días antes de finalizar la Liga española de fútbol, Luis Enrique (47 años) anunció su marcha del Barcelona y lo hizo alegando motivos personales. Aseguró necesitar tiempo libre, pues tenía un gran estrés, además quería poder disfrutar de su familia, dado que en los últimos años no había podido estar con ellos todo lo que hubiese sido su deseo. Esto es lo que le ha llevado al entrenador a marcharse junto a su esposa hasta la isla de Ibiza. Allí, está pasando unos días de lo más relajados, en los que apenas unas cuantas personas le paran para pedirle un autógrafo.

Luis Enrique y su mujer paseando por Ibiza. Gtres

Está disfrutando de la que va a ser su nueva vida durante los próximos doce meses, pues aseguró que quiere tomarse un año sabático. Después estudiará las

propuestas que tenga y verá la decisión que sigue, aunque casi con toda seguridad que no abandonará el mundo del fÚtbol, que tantas satisfacciones le ha

proporcionado, primero como futbolista y después como entrenador.

[Más información: Así es Luis Enrique, el asturiano que tiene las semanas contadas en Barcelona]

Asturiano, lleva casi dos décadas felizmente casado con su esposa Elena Cullell, a la que le dio el 'sí quierO' en diciembre de 1997. Ella pertenece a la alta

burguesía catalana, es economista y deportista muy activa, hija de un fabricante de prendas de piel. El matrimonio tienen tres hijos: Pancho, de 18, que ha

heredado la pasión de su padre por el futbol, actividad que compagina con el surf; Sira, de 17, prefiere el mundo de la hípica y es una gran amazona; la benjamina de la

familia es Xana, de 8 años, por la que Luis Enrique siente una pasión muy especial.

La pareja en la isla balear. Gtres

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