José María Aznar (64) concedía ayer su entrevista más íntima a Bertín Osborne en Mi casa es la tuya, en Telecinco. Una entrevista que ha dado mucho que hablar debido a sus declaraciones más polémicas por defender la participación de España en la guerra de Irak, su presencia en las Azores o la actitud de su Gobierno en las horas posteriores al atentado del 11M.

Pero, más allá de esta repercusión, desde JALEOS hemos querido además contar lo que pasó detrás de las cámaras. Y así, según hemos podido saber en exclusiva, aunque en pantalla sólo pudimos ver tres horas de entrevista,  el expresidente del Gobierno estuvo con Bertín entre unas cinco y seis horas, el tiempo habitual que emplea el programa con todos sus invitados.

Asimismo, como ya ocurriera con Mariano Rajoy, Aznar también se quedó charlando con el presentador después de la entrevista. Hay que recordar que las familias de ambos se conocen, como así explicaron durante el programa. De hecho el político contó que su madre no se pierde ningún programa del jerezano.

Aznar se quedó tras el programa a tomar un vino con el presentador y el resto del equipo

Según estas fuentes, Aznar no pidió nada para su entrevista y fue en todo momento muy amable con el resto del equipo que hace el programa. De hecho, al finalizar la grabación del programa, no tuvo inconveniente en hacerse una fotografía con ellos.

[Lea aquí: Aznar: "No tengo una foto mejor que la de las Azores"]

Habitualmente en el programa suelen aparecer las parejas de los invitados. Sin embargo, en esta ocasión no pudimos ver a la esposa del expresidente, Ana Botella. Esto es debido a que en ningún momento el programa se planteó que la exalcaldesa de Madrid apareciera en la casa de Bertín.

Sí apareció, no obstante, en el previo del programa y a través de distintos vídeos. Y así Botella recordó sus primeros años de noviazgo con Aznar o cómo el atentado que sufrió el político podría haberle dejado viuda.

Aznar y Bertín, en un momento de la entrevista.

La foto de las Azores

"No tengo una foto mejor que la de las Azores". Ese es el titular que dejó el programa: José María Aznar considera la cumbre junto a George W. Bush y Tony Blair con la que España apoyó la intervención unilateral en Irak como uno de los hitos de su presidencia.

El expresidente decidió contestar así a los que siguen cuestionando si en aquel momento España estuvo en el papel correcto. “Decidir una intervención es muy difícil y puede provocar una consecuencia. ¿Y no intervenir? Mira Siria. ¿Es mejor no intervenir en Siria que intervenir en Irak? ¿Es mejor? Las decisiones cuesta y los costes son duros pero son inevitables”.

El postre, un helado, se lo tomaron a pie de campo.

No fue su única declaración polémica. Respecto al 11M, Aznar dijo que “El primero que sale diciendo que había sido ETA fue Ibarretxe. El segundo, Zapatero. Yo dije que no se salía a decir nada hasta que los servicios de inteligencia no nos dieran su opinión. Y nos dijeron que habían sido ETA. La orden era decir todo lo que estaba pasando”.

Entrando en el terreno más personal, el político se desnudó diciendo que “puedo explicar mi vida, pero no puedo explicar mi vida sin ella (Ana Botella)”. De su mujer también dijo que había sido “mayor adversario político. No quería que me dedicase a la política de ninguna de las maneras. Al final ella fue acompañándome y acabó disfrutando de la misma pasión”.

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