José Fernando (22 años) ha conseguido la libertad provisional. Así lo ha decidido un juez y su salida está programada para las cinco de la tarde de este jueves. Sin embargo, aún no puede presumir de ser absuelto, ya que el magistrado únicamente ha tomado la decisión en base a la situación actual del joven y al hecho de no tener riesgo de fuga ni posibilidad de ocultación de pruebas. Estará en libertad hasta la celebración de las demás citas judiciales que aún tiene pendientes.

Este martes el hijo de Ortega Cano se sentaba en el banquillo. Viajó desde la prisión, donde ha pasado encerrado justo un mes, hasta el Juzgado de lo Penal número 2 de Jerez de la Frontera (Cádiz), para asistir a los dos juicios consecutivos a los que se le citaba. Allí se encontró con Michu, su expareja y por la que ha quebrantado la orden de alejamiento impuesta por ella. Los hechos por los que se le juzga se dieron el paso 14 de febrero cuando acudió al hospital en el que se encontraba ingresada Michu por problemas con su embarazo. "Fui a visitarla porque estaba mal. Corría riesgo su salud y la de mi hija", expresó José Fernando ante el juez.

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José Fernando, sentado en el banquillo

El fiscal pedía que fuera condenado por reincidencia de delitos. Finalmente, según dicta la sentencia, ha sido condenado a seis meses de cárcel por cada uno de los delitos, por lo que suma un total de un año de prisión - condena menor a dos años de duración por lo que lo más probable es que no vuelva a tener que pisar el centro penitenciario. Y es que la abogada de José Fernando, Esperanza Lozano, intentó reducir la condena que pedía el fiscal, o conseguir su suspensión o lograr que su defendido pudiera llevar una pulsera telemática. El joven reconoció los hechos y ese es uno de los puntos por los que el magistrado ha optado por la libertad provisional.

Según indican a este medio fuentes conocedoras del proceso, la letrada del joven, siguiendo el deseo de la familia, pidió al juez su ingreso en un centro psiquiátrico.

Su hermana Gloria Camila (21), siempre inseparable de José Fer, quien ya le acompañó el martes al juicio, ha acudido alrededor de las 12 del mediodía a recogerle. A su llegada mostraba una breve sonrisa que enseguida se tornaba en un rostro serio. "Sabíamos que hoy se decía la sentencia y esperábamos que le dejaran salir", contestaba a los reporteros de La mañana de TVE la hija menor de Ortega Cano. A unos pasos de entrar al centro penitenciario, el 'ojito derecho' del torero decía: "Ojalá Dios quiera que sea la ultima vez que tenga que venir a recoger a mi hermano a prisión".

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Esa misma esperanza tiene José Ortega Cano que hace apenas cuatro días, un día antes de celebrarse el juicio de su hijo, recibía el alta en el hospital después de estar ingresado por una dolencia cardíaca de nivel crítico. El torero ha visto cómo la vida de su hijo mayor ha ido en picado tras caer en las drogas, tener continuos piques con la ley, protagonizar episodios de alarma y pasar por seis centros de rehabilitación.