Hace tres semanas Bimba Bosé dijo adiós tras más de dos años luchando contra el cáncer y la metástasis que finalmente se la llevaron a finales de enero. Muchísimos personajes del mundo de la música, el espectáculo y la moda dieron sus condolencias a la familia de manera pública y asistieron a la despedida de la modelo en el tanatorio de La Paz.

Una de las que más extraña a día de hoy a la maniquí y que no pudo estar presente en su funeral fue la cantante Marta Sánchez (50 años). La intérprete se encontraba en la Patagonia argentina cumpliendo varios compromisos laborales, sin embargo, más tarde, no dudó en hacerles llegar su pésame: "Ese día no me puse en contacto con la familia porque en ese tipo de días, ¿qué familiar te atiende?, pero sí les hice llegar después mis condolencias".

De lo que no hay duda es del duro golpe que ha supuesto para la cantante la despedida de Bimba. Como si de un presagio se tratara, la noche en la que la modelo falleció, la intérprete no pudo conciliar el sueño: "El día que falleció, dormí muy mal esa noche y me desperté muy temprano, no podía dormir, entonces encendí el móvil y vi un mensaje de un amigo mío que me dio la noticia". Nada más conocer el adiós de Bimba, Marta no pudo contener las lágrimas: "Me dio un palo horrible, me puse a llorar, estuve toda la mañana fatal". Y es que apenas unos meses antes estuvieron juntas y Marta no creía en la posibilidad de que se fuera tan pronto: "Me ha afectado mucho porque físicamente, las veces que me he encontrado con ella, tenía una imagen cuidada y para nada pensé, esa última vez que la vi dos meses antes de fallecer, que iba a tener este desenlace. La vi muy fuerte y no me lo quería creer, me lo decían algunas personas pero yo no quería ver que estaba tan malita".

Cuando pasaron las horas y pudo calmarse, decidió despedirla a su manera y dedicarle unas bonitas palabras en sus redes sociales: "Lo dudé un poco porque ya se sabe como son las redes que cualquier cosa se puede malinterpretar. A mediodía o así, cuando me recompuse un poco, me animé a subir una foto y despedirla con un mensaje que me salió espontáneo y que se ve que conmovió a mucha gente porque es la foto de mi Instagram que más 'me gusta' ha acumulado".

Pero no fue la única foto de Bimba que colgó. Pasaban los días y las semanas y la cantante volvía a subir fotos de la modelo junto a la misma frase que se repetía en cada publicación: "no me la quito de la cabeza". Y es que los malos recuerdos volvieron a la mente de Marta Sánchez y a revivir lo sucedido en julio de 2004. La gallega perdió a su hermana melliza Paz por culpa de un cáncer de mamá que detectaron demasiado tarde. Una revisión en 2001 les dio el fatal diagnóstico y la enfermedad no paró de crecer: "Mi hermana tuvo la mala suerte de llegar tarde, ya tenía bastante contagiada la axila. Y sinceramente, los médicos no la limpiaron bien. Así que ya desde el principio no tuvimos mucha suerte con los médicos, la verdad. Pero nunca te esperas que una persona de tu familia, y mucho menos tu hermana, vaya a morir. Además era el primer cáncer de mama diagnosticado en la familia, que siempre tienes muchísimas más esperanzas de que se supere porque es el que más se supera por la media. Pero como se te escape por la axila ya...", explica a EL ESPAÑOL.

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Hace apenas un año, la cantante expresaba que aún no había superado la pérdida de su hermana. Por este motivo es fácil de entender que el reciente adiós de Bimba le haya calado tan hondo: "Evidentemente todos estos acontecimientos me arrastran al pasado. Porque tenía una edad muy similar a la de mi hermana. También porque tenían niños pequeños que dejaron sin su madre".

Marta lloró la muerte de Bimba, y aún guarda con dolor el recuerdo del adiós a su hermana. Una actitud contraria a la que se empeñan en mostrar los familiares de Bimba, que dos días después de su fallecimiento colgaron una foto en sus redes llena de polémica porque aparecían disfrazados y sonrientes. Además, del mensaje de Dora, la hija mayor de Bimba, en el que explicaba que "no era un día triste sino de celebrar los días pasados con su madre" también sorprendió. Esta forma de llevar el duelo no ha sido muy entendida por todos: "Es que España es diferente, pero en América se celebra la muerte y se hacen festejos. Es cuestión de culturas. Hay que respetar cómo lo lleva cada uno. Y teniendo niñas de por medio es normal que no quieran presentarles una vida de negro y prefieran optar por otro color. Además, Bimba era la imagen misma del optimismo", explica Sánchez.

A Bimba era prácticamente imposible imaginarla sin David Delfín y al diseñador sin su musa. Ambos compartieron desfiles, confidencias, amistad e incluso enfermedad. El modisto sigue inmerso en su lucha y es alguien a quien también Marta tiene muy presente: "A David le conozco desde hace muchísimos años también, como a ella. Me ha hecho vestidos y siempre hemos tenido muy buena química y siempre me ha demostrado su admiración por mi carrera y por mí como artista y como persona. Y le quiero muchísimo y me han dicho amistades comunes que está bastante 'pachucho' también".

David Delfín y Marta Sánchez, muy cómplices en una fiesta tras el desfile del diseñador.

Justo antes de terminar su conversación con este medio, Marta pide que se exprese con claridad el mensaje por el que la modelo siempre luchó: "Bimba a lo que más quería dar voz era a que las mujeres fueran a revisión cada año para evitar esta enfermedad. Y es que cuando hacíamos las campañas para la Asociación Contra el Cáncer, que las sesiones de fotos eran a primer hora de la mañana, ella tenía que venir desde Sotogrande sola en tren, porque su novio Charlie se quedaba cuidando de las niñas, y en esos viajes se sentía muy mal y se le venía todo encima y era cuando pensaba en lo necesarias que son las revisiones para evitar todo ese sufrimiento".