En verano proteger tu piel del sol es una máxima que todo el mundo tiene muy presente para conseguir un bronceado saludable, además de bonito. Sin embargo, a menudo hay otra parte del cuerpo que queda totalmente en el olvido: el cabello. Por eso es importante incluir en tu neceser estival los protectores capilares, con los que minimizar los efectos nocivos del sol, el viento, el cloro o la sal. 

Exponer la melena a todos estos factores provoca que esta se reseque, se deshidrate y, por tanto, se vuelva quebadriza y pierda fuerza y brillo. Si, además, se utilizan secadores, planchas o tenacillas para estar radiante en esas noches de verano, las consecuencias negativas aumentan. Es normal que al finalizar la estación haya que pasar por la peluquería para cortar unos centímetros (a veces demasiados) y sanear el pelo para que recupere la belleza y el brío.

Tampoco es un drama, pero utilizar los productos adecuados ayudará a mantener el cabello en mejores condiciones para luego no tener que arrepentirse y recurrir a la tijera. Y no hay que olvidar que el cuero cabelludo es piel, muy sensible por cierto, y también se quema con la exposición solar, lo que hará que se irrite y que esto incida negativamente en la aparición de caspa y en la caída.

[Cinco protectores capilares para cuidar tu melena durante el verano]

Protector para el cabello de Klorane.

Lo que hacen estos productos específicos para el cabello es obstaculizar o impedir el paso de la radiación y de paso los protege de otras agresiones del clima o el entorno. Los mejores son los formatos en spray por su fácil aplicación y se recomienda elegir aquellos que tengan ingredientes naturales como el aceite de coco, Monoï, argán o similares. Todos ellos ayudan a nutrir el cabello en profundidad, evitan que se deteriore la keratina a causa de las agresiones externas y mantiene mejor el color. También se presentan en otras texturas como el gel, aceites secos, brumas, etc., pero dejan mayor sensación de apelmazamiento. 

¿Cómo utilizarlos?

Secillo: se aplican sobre el cabello húmedo o seco, por supuesto no deben aclararse y se pueden renovar tantas veces como el usuario desee. Es recomendable llevar el pelo recogido para que no se enrede y, por supuesto, nunca viene de más usar gorros o bandanas para una protección casi total.  Así pues, la rutina de belleza antes de ir a la playa o la piscina pasa por sumar los protectores capilares a los corporales y llevarlos siempre a mano. 

Si en los cabellos normales estos protectores son necesarios, los teñidos o con mechas aún los necesitan más porque se resecan y decoloran con mayor facilidad. Terminada la jornada, se recomienda retirarlos lavando el cabello con champús nutritivos y aplicando mascarilla al menos dos veces por semana.