Igual que su padre, Marta Ortega (37 años) se caracteriza por su discreción. Sin embargo, el pasado 31 de agosto rompió esta tónica y concedió una entrevista a The Wall Street JournalEste giro de timón ha devuelto a la empresaria a los medios de comunicación nacionales.

La hija de Amancio Ortega (85) se ha convertido en un referente de estilo y en una de las mejores embajadoras de la primera firma que fundó su padre: Zara.

Marta Ortega, con uno de sus habituales vestidos camiseros. Gtres

Su estilo vanguardista se conforma por prendas minimalistas que se salpican con alguna que otra pieza de colores vivos. Las siluetas amplias, los vestidos camiseros y las prendas de tendencia se mezclan en sus outfits para dar lugar a looks vanguardistas con marcada personalidad.



En su día a día la empresaria apuesta por la comodidad y desde hace unos años se aprecia una evolución en la que el confort ha ganado terreno a las tendencias. Las faldas y vestidos de lino, que cortan a la altura de la rodilla y se ajustan levemente a la cintura se convierten la base de muchos de sus estilismos. Con estas prendas, Marta construye, como tantas otras mujeres, diferentes looks por capas. Sobre las citadas referencias coloca chaquetas de punto, abrigos de verano o saharianas, prendas que cuando están firmadas por Zara se agotan en cuestión de días.

Y es que los looks de la mujer de Carlos Torretta (36) se han convertido en reclamo de la prensa. Conocedores del interés que despierta la heredera del imperio gallego, los medios analizan cada una de sus apariciones con lupa para descifrar el secreto de esta línea effortless que ella lleva con tanta naturalidad.

Marta Ortega con tres 'looks' típicos de su estilo vanguardista. Gtres

Es en las ocasiones más especiales cuando las elecciones de Marta hacen más ruido. Este verano se ha podido ver a la empresaria acudiendo a dos bodas y ninguno de los dos looks han pasado desapercibidos. A principios de temporada acudía a un enlace en Gijón con un estilismo compuesto por un sleep dress marrón chocolate, acompañado de un amplio jersey calado, firmado por Valentino. A esta peculiar elección le sumó unos zapatos destalonados cuajados de brillos, con el sello de Bottega Veneta. Pero la reputación de estas conocidas firmas no le libró del aluvión de críticas que no entendían el porqué de este atuendo.

Para la boda de Felipe Cortina (39) y Amelia Millán (34), Marta volvió a confiar en Valentino -quien también firmó su propio vestido de novia-. En esta ocasión renunció a los patrones holgados y escogió un diseño algo más ceñido, confeccionado con un cuerpo largo con pedrería tejida en una especia de red. Esta pieza se prolongaba con una falda azul noche que aportaba gran volumen de rodillas hacia abajo.

El día de su boda

Marta Ortega en un montaje JALEOS.

Nada menos que cuatro fueron los vestidos que la empresaria escogió para la celebración de su enlace con Carlos Torretta. Dos de ellos ejemplifican a la perfección los dos estilos que se suelen mezclar: el clasicismo y la transgresión. Ambos fueron creados por la citada casa italiana, una de las agujas con más renombre de la industria actual. El primero de ellos fue el clásico look de novia. Un dos piezas diseñado en rosa pastel, compuesto por una camisa de gasa con cuello chimenea y manga larga abullonada transparente, una falda plisada recta muy romántica.

Para asistir a la cena, se decantó por algo mucho más rompedor. Un impecable esmoquin negro, con detalles de raso en la solapa y lazada a la espalda. Para la parte inferior cambió el clásico pantalón por una falda midi con plisado frontal. Una blusa transparente y zapatos tipo salón con una tira de vinilo y pulsera al tobillo completaron el atuendo.

Marta, con esmoquin negro, durante su boda. Gtres

[Más información: Marta Ortega concede su primera entrevista y desvela el secreto del éxito de Zara]

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