Ya ha llegado la primavera y toca hacer el famoso cambio de armario. Ahora que pasamos más tiempo en casa, tenemos la excusa perfecta para no retrasar un proceso que muchas veces genera sentimientos encontrados. Para ayudar con esta tarea, wallapop y el psicólogo Emilio José Nuñez desvelan las cinco reglas de oro para hacer el cambio de armario y no fracasar en el intento. Un cambio que tiene beneficios en las emociones de las personas.

Lo primero que implica el cambio de armario es orden. "El orden claramente afecta a nuestras emociones, aunque algunas personas son felices en su caos y otras son de tenerlo todo excesivamente organizado. De forma general podemos decir que el orden, físico y mental, suele generar tranquilidad. El poder predecir dónde encontraremos cada cosa cuando la necesitemos, nos proporciona seguridad y lo contrario produce ansiedad", ha señalado el psicólogo Núñez.

Tener un armario ordenado puede contribuir a evitar explosiones de ira.

Además de esta sensación de tranquilidad, el psicólogo ha apuntado que las normas en casa "evitan explosiones emocionales de ira, al no encontrar ciertas cosas o cuando las zonas comunes de la casa son invadidas por objetos de unos u otros, e interfieren en la vida de los demás. Otra emoción que se suscita fácilmente cuando ordenamos una habitación o un armario es la nostalgia, ya sea tristeza o alegría, al rememorar las situaciones en las que nos pusimos aquellas prendas o utilizamos esos objetos, ya sea por su visión, su tacto o su olor", ha comentado.

Consejos para cambiar de armario

1. Empieza fijando timings. El cambio de armario supone sacar toda la ropa de invierno, guardarla y colocar las prendas de primavera y verano. Tanto si te enfrentas a un gran vestidor de película, como a un armario más modesto, la clave está en marcar objetivos en base a timings.

"El cambio de armario también genera ansiedad y estrés que implica cambiar en un periodo corto de tiempo todo el vestuario. Si se hace tarde se viste ropa que abriga demasiado, si se hace pronto durante días uno va con frío. Para evitar estos estados de ánimo es fundamental la planificación", ha comentado Núñez.

El psicólogo Núñez recomienda despojarse de las prendas que no usemos, a pesar de que nos produzcan nostalgia.

2. Pon en marcha el decluttering y llévalo al siguiente nivel. Este término significa "deshacerse de aquello que ya no se utiliza" y el cambio de armario es su momento perfecto. Según Núñez, "es recomendable aprovechar el cambio de armario para desprendernos de muchas prendas para aligerar el contenido del armario. Esto suele ayudarnos a tener más tranquilidad mental, sabemos que lo que hay es útil, nos sirve, nos gusta y no nos deprime".

Aquí podemos encontrarnos con cuestiones emocionales, y Núñez vuelve a apelar al decluttering: "Muchas prendas están ligadas a un recuerdo y creemos que, si nos deshacemos de ellas, estamos menospreciando esa vivencia. Para lograr desprendernos de estas prendas, podemos darlas a personas que las puedan utilizar, eso disminuye nuestra sensación de derroche. El beneficio obtenido de deshacernos de ellas será superior a las ventajas de mantenerla: Facilita nuestro orden físico y mental, y le proporciona más uso y disfrute a esa prenda por otras personas (es de justicia que las cosas que no usemos las puedan utilizar otras personas antes que tirarlas)".

3. Jugad un poco con vuestra creatividad. El upcycling es otra de las tendencias que se puede practicar a la hora de hacer el cambio de armario, una práctica muy divertida para hacer en familia. Se trata de reconvertir las prendas que no se usan en algo nuevo, utilizando partes de otras o dándoles un toque de originalidad. Además de ser una actividad muy entretenida, la tendencia tiene mucho que ver con la redefinición del concepto estrenar, ya que apela a la creatividad para reciclar prendas que pueden volver a estrenarse.

4. Limpieza total. Ya hemos eliminado las prendas del invierno pero, antes de pasar a colocar las nuevas prendas más primaverales en el armario, es conveniente limpiar completamente el espacio, así como las nuevas prendas que se van a instalar. La ropa guardada puede haber cogido olores o encontrarse en mal estado. Es importante lavarlo todo cuidadosamente para que todo lo que se introduzca en el armario esté perfectamente preparado para el nuevo uso.

5. Organiza las prendas. En el proceso del cambio de armario pasamos de tener menos ropa, pero que ocupa mucho espacio (abrigos, bufandas de lana, botas...) a más ropa, pero más ligera. Esto significa tener que gestionar un volumen mayor de prendar.

Para facilitar la elección cada día de la vestimenta que llevamos (una tarea que en las familias más numerosas es todo un quebradero de cabeza), desde Wallapop se recomienda ordenar la ropa por categorías y colores. "El orden y la organización evita la sensación de no tener a mano lo que uno pueda necesitar un día específico porque no lo encuentra o no está a mano. Incluso podría llegar a causar tristeza, al tener que enfrentar a imprevistos. Y el no poder tener todo ordenado y organizado a tiempo causa sensación de no tener control de la situación, del tiempo, del ritmo de vida", comenta Núñez.

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