El diseñador suizo Serge Ruffieux, exmiembro del equipo de creación de Christian Dior, ha dejado la casa Carven tras un año y medio al frente de la colección de mujer y accesorios de la firma.

Ruffieux "abandona la casa tras tres temporadas de trabajo duro y dedicación. La casa le agradece su contribución creativa y su colaboración", señaló la compañía en un comunicado en el que no dio más detalles sobre las motivaciones de esta pronta ruptura o de la persona que le sustituirá.

"He apreciado estos últimos 18 meses en Carven. Un gran agradecimiento a mi equipo, los creativos, el estudio y los talleres. Le deseo a la casa todo lo mejor", escribió por su parte el diseñador en su cuenta de Instagram junto a la fotografía de una de sus creaciones.

Ruffieux había trabajado en la sombra en firmas como Thierry Mugler (69) y Sonia Rykiel desde mediados de los años 90, pero fue su paso por Dior, donde entró en 2008 en el equipo del diseñador John Galliano (57), cuando su perfil se hizo notar.

En 2015, tras la partida del belga Raf Simons -que había sustituido a Galliano tras el escándalo por los comentarios antisemitas-, Dior esperó casi un año para nombrar a un nuevo director creativo. En ese tiempo, Ruffieux y Lucie Meier estuvieron al frente del equipo para presentar las colecciones en pasarela.

"Lucie y yo no teníamos que recibir atención mediática, pero la periodista Suzy Menkes desveló nuestros nombres en un artículo. Fue inesperado pero bien recibido. Supongo que aquello contribuyó a traerme a Carven", dijo en una entrevista al diario Le Figaro.

Ruffieux sustituyó en el puesto al dúo formado por Alexis Martial y Adrien Caillaudaud con el encargo de relanzar la marca entre las más jóvenes. El suizo aceptó el reto con la condición de poder elevar de gama los productos.

Fundada por Marie-Louise Carven en 1945, tras la liberación de Francia de los nazis, la marca representó durante décadas la esencia del chic parisino, pero decayó rápidamente tras la despedida del diseñador Guillaume Henry, que entre 2009 y 2014 volvió a posicionarla como una firma de referencia juvenil.

El pasado octubre, el Tribunal de Comercio de París aceptó la compra de la empresa, bajo administración judicial desde el pasado mayo, por parte del grupo chino Icicle. La compañía ofreció en concurso de acreedores asumir la contratación del centenar de sus trabajadores, sus cuatro tiendas y la inyección de cerca de cuatro millones de euros para relanzar la marca en el mercado internacional.

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