La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha sido aclamada profusamente este viernes por los numerosos asistentes a la I Jornada de la Asociación de Mujeres Juezas de España, ante los que ha pronunciado un discurso en el que ha animado a las mujeres juristas a "mirar a la historia, mirar hacia atrás" para superar estereotipos que pretenden reducir a la mujer a un papel de dócil sumisión al hombre.

"Hay que ser conscientes del esfuerzo que esa parte enorme de la Humanidad que somos las mujeres ha hecho" por la igualdad y los derechos de la mujer. "Es necesario recordarlo para saber dónde estamos y poder seguir en esa línea de ir mejorando el mundo", ha dicho.

Carmena, que fue magistrada hasta su jubilación en 2010, ha clausurado el primer acto de la Asociación de Mujeres Juezas de España, una organización de reciente creación, abierta a los juristas de ambos sexos y cuyo objetivo es influir en la adopción de políticas de protección de las mujeres en distintos ámbitos: desde la educación (con la propuesta de que en los planes educativos se introduzcan programas de igualdad de género) a las medidas sociales de conciliación laboral, la no discriminación de las inmigrantes o la visibilización femenina en el lenguaje.

Franco, en la sala de al lado

El acto se celebró en el salón principal de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, fundada por Carlos III y que ocupa un edificio del siglo XV, la Torre de los Lujanes, calificada por Carmena de "una verdadera joya que es muy desconocida". Pocos se dieron cuenta de que en la sala de al lado luce un impresionante retrato del general Francisco Franco.

Retrato de Franco en la Sociedad Matritense.

Muy aplaudida por los participantes en la jornada, entre los que se encontraban la vicepresidenta del Tribunal Constitucional, Adela Asua; magistradas del Supremo, vocales del Consejo General del Poder Judicial o la diputada de Podemos Victoria Rosell, Carmena ha leído un pasaje de una obra del filósofo y escritor asturiano Edmundo González-Blanco (Luanco, 1877- Madrid, 1938) que, ha señalado la alcaldesa, "es importante tener presente para entender lo que pasa y todavía puede pasar y cómo podemos actuar para que deje de pasar lo que tiene que dejar de pasar".

"Un animal doméstico al que pegar"

El párrafo de González-Blanco elegido por Carmena sostenía que "la culpa de la desaparición de la mujer dócil y autosacrificada la tiene el hombre, que no mira a su compañera como un animal doméstico y a ratos salvaje a quien es necesario encerrar, pegar, alimentar, proteger y compadecer. La mujer moderna es una desfachatada hembra que aboga por el libertinaje. Si se debilita la exigencia de la pureza femenina, ningún freno podrá ponerse a sus instintos hedónicos".

"Es imprescindible esta visión" para darse cuenta de que "hemos salido de la injusticia en unos períodos relativamente próximos y que nos queda mucho por hacer", ha concluido Carmena, que ha sido despedida con muchos de los asistentes puestos en pie.