Emmanuel Macron (44 años) ha sido reelegido presidente de Francia este domingo, 24 de abril. Mientras en 2017 posó en el Louvre para festejar su victoria, esta vez lo ha hecho en la zona de la Torre Eiffel, otro de los grandes emblemas de la capital parisina. Un enclave romántico en el que el líder francés ha vuelto a demostrar la unión inquebrantable que tiene con su esposa, Brigitte Macron (69). Ante las aplausos y gritos de sus seguidores, el político mantenía su mano unida a la de su mujer, y la besaba a menudo en señal de complicidad.

Juntos han vuelto a ganarse la confianza de los ciudadanos franceses, y seguirán viviendo en el palacio del Elíseo y consolidando su historia. Y es que a pesar de que en la actualidad tienen una relación que a ojos públicos se ve muy consolidada, en sus inicios nadie apostaba por ellos. El amor entre Brigitte y Emmanuel Macron es uno de esos relatos que encandilan a los más románticos, una historia cuyos detalles se hicieron públicos hace cinco años, y que fue narrada por la hija de la primera dama francesa. 

En un documental de televisión, que se emitió el 13 de junio de 2017, Tiphaine Auzière (39) describió cómo un joven adolescente enamoró a su a madre en las aulas de una clase. Emmanuel tenía 15 años cuando conoció a la madre de la joven, ella tenía 24 años más que el francés e impartía clases de interpretación.

Emmanuel asistió al taller de teatro que ella dirigió en una escuela secundaria católica en Amiens. Pero aquel no fue el momento en el que ambos empezaron una relación sentimental. Ella estaba casada y él era un adolescente. 

Fue en 2006 cuando Brigitte decidió separarse de su marido, trece años después del primer encuentro entre ella y Emmanuel. "Si tuviera que dar una visión del amor, sería la de Emmanuel y mi madre", contaba la hija pequeña de la primera dama -fruto de su anterior matrimonio-. 

Catorce años después de su primer encuentro, el actual matrimonio se casó ante la atenta mirada de sus familiares y amigos más cercanos. No todo fue un cuento de hadas, Brigitte tuvo muchas dudas al principio de la relación porque no sabía si el matrimonio era la mejor de las decisiones para la pareja. 

Muy preocupada por la diferencia de edad, la primera dama terminó por priorizar su historia de amor a las dudas surgidas por las diferencias entre ambos. Ahora, diez años después de aquella boda, la pareja sigue manteniéndose estable y sin fisuras. 

De hecho, pese a que no han tenido hijos en común, Emmanuel se refiere como "mis niños de corazón" a los hijos y nietos de su mujer, que tras darse el 'si, quiero' en octubre de 2007 se convirtieron también en los suyos. Los descendientes de Brigitte son fruto de su anterior matrimonio con el banquero André Auzière (71), con el que se casó en 1974 y es el padre de sus tres hijos.

Todos ellos tienen una edad aproximada a la de Macron, y a pesar de que este punto pudiera parecer un obstáculo para entrar con buen pie en la familia, lo cierto es que el político supo ganarse la aceptación y el respeto de los tres a los que ya considera "sus pilares fundamentales" -en lo personal y en el transcurso de su campaña electoral-.

El primogénito de los Auziére es Sebastián (46), el único hijo de Brigitte que es mayor que su joven padrastro. Trabaja como ingeniero informático, y en su virtud de manejo de las nuevas tecnologías se ha encargado de gestionar las redes sociales de la campaña de Macron.

La mediana es Laurence (44), que casualmente compartía clase con Macron en la escuela primaria. De hecho, fue ella la que se fijó en la inteligencia de Emmanuel mucho antes que su madre. Un año antes de que Brigitte se convirtiera en la profesora del político, Laurence advirtió a su progenitora que había un niño en su clase que "sabía todo de todo", refiriéndose a Macron. Actualmente, la hija de la primera dama es cardióloga en un centro sanitario a las afueras de París.

La menor de los Auzière, Tiphaine (38), es el rostro que de manera más frecuente se ha dejado ver junto a la imagen de su padrastro públicamente. Y es que la joven es la que más implicada estuvo en la carrera hacia la presidencia de Macron. Le define como un hombre inteligente que ha sabido entrar en su familia sin imponer nada a nadie. Trabaja como abogada y tiene dos hijos pequeños junto a su marido, Antoine. Precisamente Elise y Aurèle son los nietos que más visitan la casa de sus abuelos, Emmanuel y Brigitte.

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