Irina Shayk (30 años) vuelve a centrar la atención mediática. Si hace apenas unas semanas saltaba la noticia en todo el mundo de su embarazo, ahora parece que la modelo rusa podría haberse comprometido con su novio Bradley Cooper (41). Las alarmas se han disparado tras una imagen de la maniquí, andando por la calle, en la que luce un anillo en su mano izquierda que podría ser indicativo de una posible boda.

Irina Shayk luciendo alianza

Se trata de una alianza de esmeralda en color verde rodeada de diamantes, que recuerda mucho a la que le regaló el príncipe Guillermo (34) a a la Duquesa de Cambridge (34) en su día. En este caso la sortija es un zafiro azul de 18 kilates rodeada por 14 pequeños diamantes, que perteneció a Diana de Gales.

Anillo de la duquesa de Cambridge de zafiro y diamantes.

Quien también tiene uno exactamente igual que el de Irina es la actriz y cantante Lindsay Lohan (30). De hecho, en su momento, fue el anillo de la polémica porque después de protagonizar una gran pelea con su pareja en una playa, en la que éste agarraba a la intérprete de malas maneras, siguió luciendo la alianza porque quería darle una segunda oportunidad a Egor.

La actriz Lindsay Lohan.

Ni Irina Shayk ni el actor de Hollywood han confirmado ni desmentido estos rumores de boda. La pareja suele ser bastante discreta con su vida privada y nunca hacen comentarios respecto a ella. Aún ni siquiera se han pronunciado sobre el bebé que esperan y que nacerá la próxima primavera. A la modelo no le quedó más remedio que mostrar su ‘tripita’ en el desfile de lencería que todos los años organiza Victoria’s Secret. Intento disimularlo con gabardinas y flecos, pero fue imposible. Todos los ojos estaban puestos sobre ella.

Bradley Cooper e Irina Shayk en un torneo de tenis. Gtres

De confirmarse la noticia del compromiso, la modelo rusa cumpliría en 2017 dos sueños de golpe: el de casarse y el de ser madre. Después de su relación de cinco años con Cristiano Ronaldo (31), parece que ha encontrado a su hombre ideal en Bradley Cooper. No es para menos. El intérprete de ojos claros y sonrisa cautivadora era hasta ahora una de los solteros más cotizados de la meca del cine. Es un hombre culto, guapo, atento y detallista. Considerado uno de los más atractivos del mundo, sólo él podía ser el marido y el padre de los hijos de Irina.

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