Publicada

Andrés Mountbatten-Windsor (65 años), hermano del rey Carlos III (76) y despojado de sus títulos por sus vínculos con el fallecido pederasta Jeffrey Epstein, podrá conservar la Medalla del Atlántico Sur, que obtuvo por su participación en la guerra de las Malvinas en 1982.

Ha sido el diario británico The Guardian el encargado de comunicar la noticia, cuando el expríncipe continúa siendo uno de los protagonistas de la prensa. Una ola informativa que inició cuando salieron a la luz las memorias de su víctima, Virginia Giuffre.

Según publica el medio, el monarca británico ha decidido que su hermano mantenga la llamada 'Medalla de las Falklands' -como se conoce en Reino Unido al conflicto de las Malvinas-. Sin embargo, por otro lado, el Gobierno laborista trabaja ya para retirarle el título de vicealmirante de la Marina, uno de los pocos honores que aún conserva.

Andrés, que ha sido despojado de su título de príncipe y ha dejado de utilizar el de duque de York, sirvió en la Marina durante 22 años y participó en el conflicto del Atlántico Sur -entre Argentina y el Reino Unido por la posesión de las Malvinas- como piloto de helicópteros Sea King.

El nuevo libro sobre el príncipe Andrés relata la historia de los vínculos de los York con Jeffrey Epstein. GTRES

Tras la victoria británica en la guerra y su regreso al Reino Unido, fue recibido como un héroe en la base naval de Portsmouth, en el suroeste inglés, donde estuvo presente su madre, la fallecida reina Isabel II, quien le entregó una rosa roja.

Años más tarde, el título de “héroe” ha perdido todo sentido en la sociedad británica. Después de que salieran a la luz los episodios relacionados con Jeffrey Epstein, el pueblo inglés ya no lo ve con los mismos ojos. Su hermano, el actual rey Carlos III, tampoco.

Además de perder sus títulos, Andrés tendrá que abandonar la mansión de 30 habitaciones en la que ha residido durante más de 20 años en Windsor: Royal Lodge. Se trata de una residencia por la que no pagaba renta y que, en las próximas semanas, deberá dejar para siempre.

Sin embargo, aunque ha sido desahuciado y despojado de sus privilegios, el que fuera Príncipe no ha querido quedarse callado ante estos sucesos. Ha exigido dos viviendas: una para él y otra para su exmujer, Sarah Ferguson, a ser posible cercanas, para que sus hijas lo tengan más fácil a la hora de visitarlos.

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en un el funeral de Constantino de Grecia. Gtres

Cabe recordar que Andrés y Sarah llevan divorciados 29 años. Se casaron en 1986 y anunciaron su separación en 1992, aunque Ferguson nunca abandonó Windsor, ya que la propiedad donde residían era lo suficientemente grande como para no coincidir.

Además, la relación entre la reina Isabel II y Sarah era tan buena que la monarca consintió que siguiera viviendo allí durante más de tres décadas. Ahora, tras su muerte, todo ha cambiado.

La correspondencia de Andrés

Hace unos días salieron a la luz los emails que enviaba Andrés a Epstein, donde desvelaba que quería ver al magnate tras su salida de la cárcel.

La correspondencia entre ambos se remonta a 2010, poco después de que Jeffrey Epstein saliera de prisión. El empresario estadounidense había sido encarcelado un año antes, en 2009, tras ser condenado por delitos de explotación y tráfico sexual de menores.

Según los correos revelados por The Guardian, el entonces duque de York manifestó su intención de reencontrarse con él cuanto antes.

El 15 de abril de 2010, Epstein le propuso mantener una reunión con Jes Staley, exejecutivo de JP Morgan que posteriormente sería inhabilitado de por vida en el Reino Unido por mentir al regulador sobre su relación con el financiero.

Andrés respondió que no podría asistir al encuentro porque no se encontraba en el país, aunque dejó claro que esperaba verle pronto.

"Tampoco tengo planes inmediatos de pasar por Nueva York, pero creo que debería hacerlo pronto. Veré si puedo escaparme un par de días antes del verano. Sería estupendo vernos en persona", recoge el medio británico.