El suceso ha conmocionado al pueblo belga por lo escabroso del tema y por tratarse de una persona muy conocida en el país, conectada, además, a la Familia Real. El miércoles 29 de marzo, la baronesa Myriam Ullens, de 72 años, era asesinada a tiros en las puertas de su casa en Lasne.

El autor de tan horrible crimen era de sobra conocido por ella, pues se trata de su hijastro, Nicolás, como avanza el medio holandés Het Laatste Nieuws. Los hechos se produjeron a las diez de la mañana y cuando llegaron los servicios de emergencia nada pudieron hacer por la víctima que ya había fallecido.

Ha sido un duro golpe para Matilde de Bélgica (50), que tenía una relación muy cercana con ella y también con la familia. Por el momento no ha habido ninguna reacción pública por parte de la Reina, que en las últimas semanas ha perdido a otros dos seres queridos. La pasada semana fallecía su tío Raoul d'Udekem d'Acoz (87) y también un amigo y colaborador, Bernard de Launoit

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La esposa de Felipe de Bélgica (62) y la baronesa se conocían desde hace años y han coincidido en varios actos públicos e incluso han compartido vacaciones. Cuando los Reyes iban a esquiar a Suiza se quedaban en su casa. Además, Myriam, que en 2009 fundó su propia marca de moda, ha vestido a Matilde en alguna ocasión: durante su visita oficial a China hace ocho años llevó una prenda firmada por la fallecida.

La baronesa era la segunda esposa del barón Guy Ullens, un empresario, mecenas y filántropo belga cuya fortuna se estima en más de 2.000 millones de euros. Según los medios locales, él estaba con ella en el momento del tiroteo, aunque las balas no fueron dirigidas en su contra. El presunto autor es hijo del aristócrata, de un anterior matrimonio. 

En cuanto al móvil del asesinato, parece que Nicolás consideraba que la baronesa había despilfarrado la fortuna de su padre después de que este sufriera un derrame cerebral y por lo tanto perjudicaba su herencia. El hombre fue detenido inmediatamente e interrogado y el proceso judicial contra él sigue.

Myriam y su marido se casaron en 1999 y son dos personas muy conocidas en el mundo del arte y la filantropía, con relaciones muy selectas incluso con la Familia Real. Disponían de una gran mansión en Verbier, Suiza, donde habían creado una fundación artística que lleva su nombre dedicada al arte chino y de hecho tienen una de las mayores colecciones en el mundo en este campo.

 También fundaron, hace 15 años, un centro de arte contemporáneo en Pekín y estaban involucrados en proyectos para niños desfavorecidos en Nepal.