Sevilla tiene un color especial, como cantaban Los del Río en aquella mítica canción que, por cierto, acaba de cumplir 30 años. Este jueves por la noche, la ciudad dorada se engalanó como en tiempos previos a la pandemia para recibir en su emblemática Plaza de España a lo más granado del panorama social, nacional e internacional.

La revista Elle entregaba los Elle Style Awards y contó con la presencia de celebrities globales como Sharon Stone (63 años), pasando por respetadas figuras de la política, la empresa, la comunicación y, cómo no, la moda. Ni siquiera la realeza quiso perderse el fiestón que preparó la cabecera del grupo Hearst.

Victoria Federica de Marichalar y Borbón (21), hija de la infanta Elena (57), sobrina del rey Felipe (53) aceptó la invitación, viajó en AVE hasta la capital andaluza, degustó los irresistibles Piripis de la Bodeguita Antonio Romero de El Arenal y después posó, espectacular, en el photocall de invitados, como una más.

Declinó, tal y como se esperaba, hacer declaraciones a los medios de comunicación. Pero es relevante el hecho de que la hija de Jaime de Marichalar (58) haya aceptado asistir a un acto de esta categoría, justo en el momento en el que, además, ha decidido abrir al mundo sus redes sociales, lo que la está acercando más a la gente y alejándola de esa imagen hermética propia de un miembro de la familia del Rey. 

Para la ocasión, Vic, como la llaman sus seres queridos y como ella misma se hace llamar en su cuenta de Instagram, ahora incluso verificada, eligió un impresionante vestido firmado por Lorenzo Caprile (54), el modista que diseñó el vestido de novia de su tía, la infanta Cristina (56).

Se trata de una pieza única, larga, como marcaba el protocolo, de blue velvet -terciopelo azul- y con gran abertura en la zona izquierda de la falda, que dejaba la pierna al descubierto. En la espalda tiene un vertiginoso escote en forma de uve. El detalle más llamativo reside en los hombros, que tienen forma de pico, provocando un efecto cintura de avispa que aparece gustar a las royals. En concreto, a su tía, la reina Letizia (49), una gran amante de esta silueta.

Y es que Victoria Federica ha llamado la atención de los watchers -aquellas personas que analizan pormenorizadamente todos los looks de la Reina- cuando ha seleccionado este outfit para esta fiesta. El vestido es muy parecido a uno de los más increíbles que ha lucido Letizia desde que puso un pie en el palacio de La Zarzuela hace ya casi 18 años.

No hay ninguna duda de que este es uno de los momentos álgidos de Letizia en lo relativo a sus estilismos desde que es la reina de todos los españoles. Era febrero de 2017 y sus Majestades recibían en visita de Estado a Mauricio Macri (62), entonces presidente de Argentina, y su esposa, Juliana Awada (47).

Para la ocasión, Letizia sacó por primera vez toda la artillería pesada no solo luciendo este vestido negro de terciopelo firmado por Felipe Varela, sino lo mejor del joyero de pasar: tiara de la Flor de Lis, pendientes de chatones y pulseras gemelas de Cartier.

Las joyas de Vic Federica, en este caso, han sido algo más discretas y con mucho menos valor histórico, pero igualmente divinas. En sus pies, Federica lució unas sandalias de terciopelo azul brillante con puntera en punta, correa delantera con adorno de cristal y tacón de aguja de Manolo Blahnik. Su precio, 1.145 euros. En el plano beauty, lució un maquillaje profundo y una ponytail -cola alta de caballo- hecha por el artista Sandro Nonna, creativo de GHD Spain, que peinó a la sobrina de los Reyes en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla.

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