Los reyes Juan Carlos (81 años) y Sofía (80) han asistido este sábado al funeral del Gran Duque Juan de Luxemburgo, fallecido el pasado 23 de abril a los 98 años. 

Para la ocasión, la reina emérita ha escogido un abrigo negro, con un broche de oro en la solapa izquierda y un tocado del mismo color. Además, ha sostenido un paraguas para protegerse de las inclemencias climáticas. El rey, en cambio, ha caminado bajo la lluvia (Sofía no lo ha cobijado bajo el paraguas en ningún momento del camino) apoyado en un ayudante y en su bastón por sus problemas de movilidad. En cuanto a la vestimenta, el exmonarca ha optado por un traje de dos piezas en color oscuro que ha cubierto con otro abrigo de la misma tonalidad. 

El funeral de Juan de Luxemburgo es el segundo acto oficial al que los monarcas acuden juntos este año.

Al evento, que ha tenido lugar en la catedral de la capital del ducado, también han acudido otros representantes de diferentes casas reales europeas y altos mandatarios, como el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker (64).

Primero han visitado la capilla ardiente en el Palacio Gran Ducal y, a continuación, han asistido a la ceremonia religiosa en la Catedral de Nôtre-Dame de la ciudad. Tras las exequias, los reyes asistirán a la recepción ofrecida por los duques de Luxemburgo en el Palacio Real.

Tanto Felipe VI (51) y la reina Letizia (46) como don Juan Carlos y doña Sofía enviaron sendos telegramas de pésame el día del fallecimiento para transmitir sus condolencias por "la triste noticia" y expresar "la profunda amistad y cercanía" que une a las dos familias reales.

Juan de Luxemburgo fue el jefe de Estado luxemburgués hasta octubre de 2000, cuando abdicó en su hijo mayor, Enrique (64), después de 36 años de reinado.

La reina Sofía y el rey Juan Carlos han asistido este sábado al funeral, celebrado en la catedral de Nôtre-Dame de la ciudad.

La última vez que los reyes Juan Carlos y Sofía participaron juntos en un acto oficial fue el pasado 10 de enero, cuando acompañaron a los Reyes en la entrega de los Premios Nacionales del Deporte en el Palacio de El Pardo (Madrid).

Más allá de los eventos oficiales, el pasado 27 de abril estuvieron juntos en Hannover (Alemania), con las infantas Elena (55) y Cristina (53), para ver un partido de balonmano en el que jugaba uno de los hijos de ésta, Pablo Urdangarin (18), según se vio en una fotografía publicada por varios medios de comunicación.

Ataviados con la bufanda blanquiverde del equipo, los reyes y sus dos hijas estuvieron acompañados por Claire Liebaert, la madre de Iñaki Urdangarin, quien permanece en la prisión de Brieva (Ávila) desde el pasado 18 de junio por la condena de cinco años y diez meses por varios delitos por el caso Nóos.

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