La reina Letizia (45 años) ha sacado su lado más futbolero y feminista tras recibir en Zarzuela a la Selección Nacional femenina de fútbol de sub-17. Pese a haber sido descalificados en el Mundial de Rusia 2018, en España no se desaprovecha la ocasión para festejar y animar al fútbol en todas sus variedades.

Lo cierto es que durante su reinado, la monarca no ha destacado por su pasión por el fútbol, de hecho, es más habitual ver a el rey Felipe (50), presidiendo partidos. Sin embargo, la audiencia de este jueves en Palacio ha sido 'capitaneada' por la consorte. Tenía una connotación especial; se ha vivido como una suerte de reivindicación por el deporte en forma de mujer. 

La monarca en Zarzuela. Gtres

Con el objetivo de homenajear la labor de dicha selección en Rusia -cabe destacar que el pasado 21 de mayo venció a Lituania con un estupendo 2-0-, Casa Real ha abierto sus puertas para imbuirse del sentimiento por el deporte rey. Las futbolistas, emocionadas por el encuentro, llegaron a palacio de la mano delpresidente de la RFEF, Luis M. Rubiales, y por el vicepresidente de la RFEF y presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo. En todo momento, La Roja ha estado muy presente en la reunión. De hecho, en un momento dado unas de las féminas deportista quiso tener un detalle con Letizia y le entregó, visiblemente nerviosa, una camiseta roja con el número 10 inscrito.

La monarca recibió con una sonrisa el obsequio y lo mostró ante los medios. Se trata de un dorsal que se le suele entregar a los jugadores con más calidad del equipo. Para la ocasión, la otrora periodista escogió un atuendo que, para nada, es nuevo. Al menos, los pantalones. De Hugo Boss, con un favorecedor largo capri y bajo ancho son los mismos que utilizó la reina en su mítico encontronazo con Sofía (79). En lo que respecta a la camisa es de cuello alto, sin mangas y con drapeado en la zona del pecho. Para los pies, no lo dudó: confío en la firma Magrit. 

Intensa jornada tras el 'feo del paraguas'

Tras despedir a la Selección, esta misma mañana la reina Letizia ha dado la bienvenida en Zarzuela a una representación de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida. Esta asociación sin ánimo de lucro persigue un único objetivo: que las personas que sufren explotación sexual y trata de seres humanos recuperen la libertad y la dignidad haciendo valer sus derechos y que logren la autonomía necesaria para emprender una vida fuera del control y abuso de sus explotadores. 

Estos actos reivindicativos y feministas vienen días después de que la monarca volviera a ser la protagonista involuntaria en Girona. Hace unos días, los Reyes de España se trasladaban a este enclave para presidir los Premios Princesa de GironaCon unas altísimas sandalias rojas de pitón de Magrit en mismo tono carmesí que su vestido, la reina hace lo que puede para conseguir llegar hasta la recepción, donde la esperan anfitriones y prensa.

En ese momento, su marido le tiende una mano tímida para acompañarla y agarra el mango del paraguas. En unos segundos de tensión, Letizia, con la sonrisa forzada, clava la mirada sobre la pupila de su marido haciéndole entender que ella puede sola. Una 'salida de tono' para algunos que no pudieron evitar acordarse entonces de la rifirrafe real que se vivió en la catedral de Palma de Mallorca entre la monarca actual y la emérita, su suegra.   

[Más información: El último feo de Letizia al Rey con el paraguas azul como pretexto]

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