La historia del moño se remonta hasta los griegos, momento desde el cual no ha dejado de engalanar la cabellera de las mujeres de más alta alcurnia y de las campesinas más laboriosas. Desde las aristócratas medievales, pasando por las burguesas de la edad moderna hasta las primeras mujeres trabajadoras del siglo XX, este peinado ha acompañado a la mujer, y por ende a la sociedad española.

Todo ello explica que en una fecha señalada como es el Día de la Fiesta Nacional, que este año se ha celebrado en medio de la crisis política abierta con el desafío catalán, este tipo de peinado haya adquirido una especial importancia.

La reina Letizia y María Dolores de Cospedal durante la recepción. Gtres

En el caso de María Dolores de Cospedal (51 años), la ministra de Defensa ha optado por un recogido clásico: un ligero tupé que dirige el pelo hacia atrás hasta un pequeño moño que recoge el resto del cabello en espiral. Este es el clásico peinado que durante años ha caracterizado a la señora española, sobre todo desde mediados del siglo XX. 

Asimismo, ha recordado al moño que deben lucir las mujeres que forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Más concretamente, estas mujeres deben llevar su pelo recogido de forma que quede despejada la línea inferior del cuello de la guerrera (tipo de chaqueta) o camisa, para lo cual se realizan un moño en el que no se observan ni pasadores, ni diademas. Pequeños detalles que hacen que el peinado de Cospedal recuerde al de las mujeres del ejército

El recogido de la reina Letizia (45) también ha evocado al típico moño español. En este caso, la monarca ha optado por un recogido bajo en varios mechones, con la raya en el lado izquierdo y un ligero flequillo hacia la derecha. 

Un moño para cada mujer de la historia

El moño en sí puede encontrarse en cualquier época de la historia y en cualquier tipo de mujer. La sencillez propia del recogido lo ha convertido en uno de los más elegidos.

Un moño de la reina Letizia. Gtres

Los ejemplos más conocidos de la historia los encontramos en la época griega, cuando las mujeres complementaban este peinado con horquillas labradas en oro o marfil. Al igual que esta civilización extendía su comercio y su cultura, su estilo también se propagó por el mediterráneo

Tiempo después, con la Edad Medieval y la era Moderna el peinado quedó consolidado en la cultura europea. En Reino Unido se asentó el recogido laborioso, con trenzas y bucles. Francia se caracterizó por un moño bajo y sencillo. En España, en cambio, el recogido con tupé y en estilo de caracol se convirtió en un elemento nacional más, sobre todo durante el siglo XX cuando este tipo de peinado se convirtió en la moda en muchas de las sociedades occidentales. 

Un clásico para la reina

A pesar del alto significado que ha tenido la elección de este peinado para una fecha tan señalada, lo cierto es que no es la primera vez que vemos a la reina lucir el pelo recogido en un moño: recepciones oficiales, premios Príncipe de Asturias y en otros desfiles del Día de la Hispanidad.

Un ejemplo lo encontramos en el certamen de los Premios Princesa de Asturias 2015, donde la monarca optó por un conjunto clásico, pero elegante, al más estilo Coco Chanel: color negro, perlas y un maquillaje discreto que se remarcaba con un moño liso que espejaba el rostro. 

Otra ocasión donde lució un moño fue en la visita a Reino Unido en junio de este año. En su primer día en Buckingham, la reina optó por un recogido de inspiración española. Se trataba del típico moño bajo con un conjunto de mechones sueltos bien sujetos dibujando una caracola.