El daltonismo es una afección visual provocada por un fallo en los receptores oculares del color, que se manifiesta en la incapacidad para ver el rojo, el verde, o, en casos más aislados, el azul. Debe su nombre al científico británico John Dalton, que fue el primero en describir esta dolencia que él mismo padecía. 

Entonces, ¿cómo ve un daltónico? Pues bien, existen tres formas de daltonismo en las que el ojo humano no es capaz de distinguir los colores cuando éstos son de la misma intensidad:

  • La ceguera para el color rojo se conoce como "protanopía".
  • La ceguera para el color verde se denomina "deuteranopía".
  • La ceguera para el color azul se llama "trinatopía".

Hay que tener en cuenta que los daltónicos no son conscientes de su peculiaridad, ya que son capaces de diferenciar correctamente los colores en razón de su grado de claridad. Normalmente su déficit es descubierto casualmente en una revisión oftalmológica rutinaria. Este desconocimiento es especialmente peligroso cuando se trata de niños afectados por la ceguera al color rojo, ya que están indefensos ante las confusiones que les pueden provocar elementos del tráfico como los semáforos.

Cómo saber si eres daltónico

Para poder determinar si una persona es daltónica se le somete a un test de daltonismo. El más utilizado es el creado por el oftalmólogo japonés Shinobu Ishihara en 1917, conocido como "test de Ishihara". La prueba se realiza con una serie de 38 cartas que muestran un círculo con puntos de colores de diversos tamaños. En la zona central, formados por otros puntos, se distinguen unos números. Las personas que no tienen ningún problema de visión son capaces de reconocer el número o números inscritos en el sector central. Los daltónicos pueden confundir los números, o incluso no visualizar ningún número en concreto.

Existen otras pruebas, como el test de Farnsworth, que ayudan a realizar un diagnóstico adecuado. En este caso, el paciente debe ordenar una serie de fichas de color de forma que los colores queden ordenados gradualmente según su tonalidad.

Daltonismo y adaptación

En la actualidad, el hecho de la alteración de los colores no debe suponer un impedimento para el desarrollo personal y social de las personas afectadas por el daltonismo. 

En edades tempranas, los padres y los tutores son los encargados de normalizar la peculiaridad de los niños y ayudarles a superar los obstáculos que se puedan generar para que desarrollen su personalidad con libertad y se adapten a un entorno en el cual la mayoría de sus compañeros tienen una percepción diferente de los colores que los rodean. Es fundamental reforzar las aptitudes sociales para la comunicación, y que los pequeños pierdan el miedo a preguntar de qué color son las cosas y pedir ayuda en las situaciones de confusión.

Durante los últimos años, afortunadamente, hemos visto cómo nuestras sociedades se adaptaban para la integración de personas con movilidad reducida, con accesos con rampa en la mayoría de las calles y edificios públicos, baños adaptados y vehículos eléctricos que facilitan sus desplazamientos. Sin embargo, hasta hace poco, no contábamos con soluciones prácticas que hiciesen más sencilla la vida de aquellos que tienen dificultades relacionadas con la distinción de los colores.

El código "ADD"

Uno de los avances más importantes para la integración social de este colectivo ha llegado de la mano del diseñador gráfico portugués Miguel Neiva y su código de colores "ADD". Este sistema se encuentra ya implementado en lugares tan relevantes como el metro de Oporto. El código de Neiva es un lenguaje de símbolos que se basa en tres sencillas formas, identificadas cada una de ellas con los colores primarios:

  • La línea diagonal representa al amarillo.
  • El triángulo se identifica con el rojo.
  • El triángulo invertido representa al azul.

Estos símbolos, combinados, permiten identificar cualquier color. A estos signos se añaden el negro y el blanco para orientar sobre las tonalidades claras y oscuras. El código es ya visible en las señalizaciones de algunos hospitales portugueses, en las banderas de las playas, etiquetas de la ropa, medicamentos, cajas de lápices de colores o hasta en un famoso juego de cartas.

Para entender la dimensión que ha alcanzado el "idioma" de Miguel Neiva basta con mencionar su reconocimiento por parte de la Asamblea de la República de Portugal con la "Medalla de Oro conmemorativa del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos", o el de la revista Galileo como "una de las 40 ideas que harán un mundo mejor".

El futuro

El código de Neiva se presenta como el mayor avance de la historia en lo relacionado con el daltonismo. Su implantación podría significar la integración total de los daltónicos en la sociedad, como el propio diseñador portugués señalaba, al decir que "contribuirá a recuperar la autonomía y la autoestima de personas que han tenido que renunciar a carreras profesionales con las que soñaban o a actividades tan rutinarias como conducir un coche".