Cada año junto al invierno llega el frío y con él las primeras gripes. Es inevitable, nos abrigamos, tenemos todo el cuidado posible para no contraer el virus, pero al final con un simple descuido que pueda coincidir con una bajada de defensas, nos vemos en poco tiempo siendo inseparables de nuestro gran amigo kleenex, ¡vamos! El pañuelo de toda la vida.

Puede que pase la temporada sin que hayas tenido ningún síntoma, en ese caso, ¡enhorabuena! pero también puede que no sea así y que te toque visitar a tu médico de cabecera para que te recete los antibióticos necesarios para salir de esa situación. Lo que está claro es que antes de que comience la dichosa temporada gripal y sobre todo si eres un paciente de riesgo, debes ponerle remedio y anticiparte para que al pasar el virus de la gripe no sufras consecuencias más graves.

En el caso de los pacientes de riesgo, es recomendable y casi obligatorio que acudan a su centro de salud para vacunarse. Con esto se reduce a la mínima el pasar el virus de la gripe en la temporada. Pero, si no formamos parte de este grupo de personas, no nos quedará otra que estar expuestos a la gripe y tendremos que prepararnos por si comenzamos a notar sus síntomas cuando menos lo esperemos.

En otro post, ya hablamos sobre cómo curar un resfriado común. Ahora hablaremos sobre qué es la gripe y por qué cada año afecta al 15% de la población mundial.

Qué es la gripe

Estamos ante una enfermedad infecciosa que afecta a las vías respiratorias. El virus que provoca esta enfermedad es elevadamente contagioso, lo que hace que un simple estornudo o apretón de manos determine que las demás personas de nuestro alrededor contraigan la enfermedad casi de manera inmediata.

Siendo una enfermedad tan recurrente que se presenta todos los años en las mismas fechas, ¿por qué el ser humano no ha encontrado todavía la vacuna definitiva para este trastorno? Admítelo, seguro que te estabas haciendo esta pregunta en este mismo instante. No te preocupes, es bastante sencillo de entender. El virus de la gripe, desgraciadamente, está en constante estado de mutación y por lo tanto tiene una gran capacidad de sufrir variaciones. Esto conlleva a que cada año, investigadores de todo el mundo trabajen para desarrollar una nueva vacuna que resulte más efectiva para este virus. Debido a todo esto que te comento, es inevitable que cada año esta enfermedad llegue al punto de considerarse epidemia.

Cuántos días dura la gripe

Una vez que una persona se contagia, pueden pasar hasta 48 horas sin que esta note ninguno de los síntomas de la gripe más comunes. Este periodo de tiempo sin síntomas, es quizás el más peligroso en cuanto al contagio, puesto que la enfermedad ya es de fácil transmisión, pero no nos damos cuenta, por tanto, no podemos hacer nada por remediarlo. Después de este tiempo comienzan los dolores de cabeza y las molestias de garganta, que pueden aparecer con un cuadro de fiebre y escalofríos, y como consecuencia de ello también notaremos dolores musculares, tos seca y cansancio.

Lo peor de todo son los síntomas respiratorios como la congestión nasal, que a veces hacen que no podamos conciliar el sueño y nos hace vivir con una prolongación de nuestra mano en forma de pañuelo que resulta incómodo para tener una jornada normal. Si que es cierto que la fiebre, dolores de cabeza y molestias en la garganta suelen durar de 3 a 5 días. El problema está en que los demás síntomas y los mocos se prolongan a menudo, llegando a perdurar durante dos semanas o más.

Cómo curar la gripe

Hay algunas rutinas que pueden hacer que mengüen tus síntomas e incluso, a menudo, pueden conseguir la prevención de esta enfermedad. Hablamos de beber mucho líquido durante el día, dormir las horas necesarias, evitar los ambientes fríos y secos, lavarte las manos constantemente o limpiar tu hogar a conciencia para eliminar gérmenes. Además, hay otras cosas que puedes hacer cuando ya estás sufriendo este trastorno para evitar el contagio a otras personas de tu entorno, como permanecer aislado en tu casa hasta un tiempo después de tener las últimas fiebres o taparte la nariz y la boca con un pañuelo cuando sientas la necesidad de estornudar.

Respecto a los medicamentos que puedes tomar para la gripe, lo primero que se te vendrá a la cabeza son los antibióticos. En este caso, este tipo de medicamentos no son para nada efectivos al tratarse de un virus, al contrario, abusar de los antibióticos puede provocar que tu sistema inmunológico no trabaje de forma independiente y no pueda combatir a las bacterias en el futuro. Por lo tanto, lo mejor será que acudas a tu médico de cabecera y que él te recomiende un medicamento para bajar la fiebre como paracetamol o similar. Pero la ingesta de estos medicamentos siempre debe hacerse bajo supervisión de un profesional.

Por tu cuenta, puedes incorporar vitaminas y minerales a tu dieta que ayude a desarrollar defensas en tu cuerpo, hacer gárgaras con agua caliente, limón y miel para aliviar tu garganta o recurrir a soluciones salinas o vahos de eucalipto para aliviar la congestión y respirar con normalidad.