A la hora de llevar a cabo la limpieza de la cocina en España, limpiar el horno es una de esas tareas que a muchos les resultan tediosas, sobre todo porque acostumbra a pensarse que se trata de una acción que requerirá de un gran esfuerzo y dedicación.

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Sin embargo, si eres una persona que cocina con este electrodoméstico con frecuencia, deberás ser consciente de que es necesario darle un repaso tras cada utilización, pero también que sea parte de tu limpieza general. Además, hay que tener claro que, si no se limpia adecuadamente la rejilla, esto puede influir de manera negativa en el propio sabor de las comidas. A ello hay que sumar que una mala limpieza del horno puede contribuir a que aparezcan bacterias, gérmenes y malos olores.

Remedios para limpiar la rejilla del horno

Para limpiar la rejilla del horno podemos utilizar diferentes métodos, siendo uno de los más habituales el recurrir al uso del habitual producto quitagrasas que se puede encontrar en el mercado. Sin embargo, debes saber que, si te interesa conocer cómo limpiar la rejilla del horno de forma sencilla y efectiva, puedes recurrir al uso de remedios naturales que son muy efectivos. Algunas opciones para ello son las siguientes:

Bicarbonato

El bicarbonato es un producto clásico utilizado en las tareas de limpieza. De hecho, es un producto que sirve para prácticamente cualquier fin a la hora de limpiar una vivienda. Además, hay que tener presente que es muy eficaz a la hora de limpiar las rejillas del horno, además de que es muy sencillo de utilizar, siendo esta una de sus grandes ventajas.

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Para utilizarlo es suficiente con sumergir la rejilla en agua caliente, para seguidamente añadir un poco de bicarbonato y dejar que actúe durante algunos minutos. Si no quieres sumergir en agua las rejillas, también podrás optar por pulverizar una mezcla de agua y bicarbonato. Posteriormente, se debe retirar con un paño el exceso y ya estará la rejilla lista para usarla y totalmente limpia.

Mantequilla o aceite

Si buscas una alternativa al uso del bicarbonato, ten en cuenta que tienes otra opción en el uso de mantequilla o aceite. Es un truco muy popular y efectivo que puedes llevar a cabo y que también es muy sencillo de llevar a cabo.

Aprovecha de esta manera el calor residual del horno y procede a untar la rejilla en aceite o mantequilla, lo que prefieras, haciéndolo con cuidado. Es mejor si puedes aplicarlo con una servilleta o un trapo para no quemarte.

Tras haberlo aplicado deja que actúe durante unos minutos, siendo solo unos pocos para evitar que la grasa se llegue a quemar, y luego retira con un estropajo de metal. Elimina los restos de aceite o mantequilla con un poco de agua y jabón.

Usa la vaporeta

Otra de las maneras alternativas a las que puedes recurrir para limpiar la rejilla del horno de una manera sencilla y efectiva es recurrir al uso de la vaporeta. El vapor caliente hará posible que los restos de aceite y grasa se deshagan y sean mucho más sencillos de eliminar.

Debes sacarla del horno y hacerlo apoyada en el suelo, siempre y cuando no sea laminado o de madera, o bien sobre la encimera. Cuando termines, procede a pasar un paño húmedo para eliminar los restos de suciedad y termina secándola.

Detergente líquido

Una de las partes más complicadas de limpiar un horno son las rejillas. Para ello se debe llenar el fregadero con agua caliente, para luego echar un tapón de detergente líquido para la ropa. En el caso de que sea detergente en polvo, tendrás que usar una medida similar a la que se utilizaría para un ciclo de lavado corto.

A continuación, procede a remover la mezcla e introduce las rejillas para dejarlas en reposo durante un tiempo de entre 20 y 25 minutos. Si no caben en el fregadero, se deberá introducir la mitad, y pasado el tiempo, se le dará la vuelta y se esperará de nuevo el mismo tiempo.

Esto será de gran utilidad para reblandecer las manchas y la suciedad. Una vez hayas hecho lo anterior, es el momento de usar un estropajo metálico para la eliminación de los restos de comida quemada y suciedad. Finalmente será suficiente con aclarar las rejillas haciendo uso de agua limpia y secarlas bien antes de volver a introducirlas en el horno.

Acaba con los malos olores del horno

En muchas ocasiones, a pesar de haber hecho una limpieza a fondo del horno, no es posible desprenderse de los malos olores. En este sentido, lo más eficaz es usar limón, que es un producto muy útil para poder hacer frente a los aromas desagradables que aparecen en los distintos electrodomésticos.

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En el caso del horno, los ácidos del limón logran eliminar los malos olores, al mismo tiempo que el fruto se encargará de desprender un aroma agradable. Para ello es suficiente con exprimir el jugo de un limón, para seguidamente echarlo en la bandeja del horno con un vaso de agua y la cáscara. Una vez que hayas colocado estos ingredientes sobre la bandeja del horno, solo tendrás que poner el horno a 120 grados centígrados por espacio de 30 minutos. Una vez que haya pasado media hora en funcionamiento podrás ver como el problema se ha resuelto y los malos olores que estaban presentes en el horno ya han desaparecido, un remedio rápido y sencillo.