La OCU realizó un análisis hace una semana sobre cremas solares y decía que todas son seguras. Pero, como ya sabrás, la piel del rostro y la del cuerpo tienen características y necesidades muy diferentes. Por ello, lo más conveniente es escoger una crema solar adecuada para cada caso, evitando problemas al tomar el sol.

Es fundamental que, con la llegada del verano, lo primero en lo que pienses sea en proteger tu piel de las agresiones solares. No cometas el error de creer que un único producto servirá para todo el cuerpo. Compra un protector solar para la cara y otro para el cuerpo, te explicamos por qué en este artículo.

La importancia de usar crema solar

En verano, nuestra piel queda expuesta por completo a los agentes externos, de manera que puede sufrir daños que, incluso, podrían ser irreversibles. Por esta razón, debes cuidar tu piel y protegerla de agresiones nutriéndola tanto por dentro como por fuera.

Quizás por cuestiones económicas prefieras usar un solo protector solar para el cuerpo y la cara, pues estos productos suelen ser costosos. De este modo, sin darnos cuenta anteponemos el precio a la calidad. Aunque peor todavía es no utilizar crema solar porque vamos a bañarnos pocas veces durante el verano.

También puede que seas de esas personas a las que no les gusta usar protector solar de ningún tipo, bien sea por cuestiones económicas, comodidad o porque siempre lo olvidas. Sea por el motivo que sea, debes cambiar este hábito, ya que exponerse al sol sin protector solar para la cara y el cuerpo no solo podría quemarte la piel, sino causarte alergias e incluso otras complicaciones como cáncer.

Por este motivo, no deberías dejar de usar crema solar para el cuerpo y asegurarte de que tu piel está protegida. Hazlo incluso cuando vayas a estar a la sombra, ya que los rayos solares pueden penetrar en tu piel tanto de forma superficial como en profundidad si no utilizas una buena barrera protectora.

Misma crema solar en la cara y en el cuerpo

Como dijimos al principio, no es recomendable usar el mismo protector solar para el cuerpo y el rostro. Pero, ¿por qué? La respuesta es muy sencilla: la piel del rostro y la del resto del cuerpo no son iguales y, por lo tanto, no tienen las mismas características ni necesidades.

La piel de la cara es mucho más sensible que la del resto del cuerpo y, además, se encuentra expuesta de forma constante a los agentes externos, como el sol. La piel de nuestro cuerpo, en cambio, suele ser más resistente y está protegida por la ropa que usamos, excepto cuando vamos en bañador. La cara siempre está al descubierto, exceptuando algunos casos en los que usamos sombreros, gorras o gafas de sol.

Por este motivo, siempre debemos usar un protector solar con un SPF adecuado en el rostro. Aunque tu piel sea de un tono oscuro, tu cara debe estar protegida con un SPF superior a 20. Esto la mantendrá a salvo de los rayos solares dañinos, pero asegúrate de que el protector solar para la cara sea de amplio espectro.

Diferencias entre los distintos tipos de piel

Las características físicas de la piel de la cara varían con respecto a las del resto del cuerpo. Por ejemplo, en el cuerpo puedes usar cremas hidratantes, geles de baño y otros productos de higiene diaria que no son buenos para la cara. Esto se debe, sobre todo, a los ingredientes que componen el producto en sí.

Puede que no lo sepas, pero los productos para el cuerpo, incluyendo los protectores solares, son más oleosos que los destinados al rostro. Además, tienen más fragancias y parabenos que podrían afectar el pH de la piel del rostro y provocar reacciones alérgicas.

La piel de cada rostro es única. Puede ser normal, seca, grasa, mixta o con acné y, dependiendo de estas características, deberás escoger el protector solar para la cara más acorde con tu tipo de piel. Por ejemplo, si esta es normal o seca, puedes usar un protector en crema, mientras que si es grasa o tienes acné, es recomendable el uso de un protector en gel.

Si padeces acné, debes usar un protector solar para la cara no comedogénico. Así, los poros de tu piel no se obstruirán y evitarás la aparición de nuevos granos. En estos casos, la crema solar debe tener un SPF mayor a 30.

Por otra parte, el protector solar para el cuerpo más adecuado es la crema, seguida de los sprays. El SPF en este caso dependerá del fototipo de tu piel y de lo expuesto que vaya a estar tu cuerpo al sol según la actividad que realices.

Consejos para proteger tu piel

  • Evita exponerte al sol durante las horas más perjudiciales, es decir, entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde.
  • No tomes el sol sin crema solar durante más de media hora.
  • Escoge un protector solar para el cuerpo y el rostro indicados para tu tipo de piel y que sean resistentes al agua.
  • Evita exponer cicatrices recientes o heridas abiertas al sol.
  • Cuida y protege las zonas con lunares.
  • Utiliza una crema solar de amplio espectro.
  • Bebe agua en abundancia.
  • Hidrata tu piel todos los días.
  • Exfolia la piel, al menos, una vez o dos al mes.
  • No utilices productos que tapen los poros de tu rostro.
  • Utiliza gafas de sol y sombreros.
  • Usa ropa adecuada para protegerte del sol.
  • Usa crema hidratante en todo el cuerpo después de exponerte al sol.

Sigue estos consejos y podrás disfrutar de un día bajo el sol sin riesgos. Cuida tu piel como se merece, así que no uses el mismo protector solar para la cara y el cuerpo. ¡Tu piel te lo agradecerá!

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