Es evidente que sudar es normal, sobre todo en esta época de verano en España. Sin embargo, hay personas que generan un sudor excesivo y al mínimo movimiento se quedan empapados, algo que se conoce como hiperhidrosis y puede suponer un verdadero problema para quien lo padece.
Por suerte, queremos mostrarte en este artículo algunos consejos para evitar el sudor excesivo en axilas y otras zonas del cuerpo, dándote unas claves para combatir este problema tan molesto. La sudoración es un proceso fisiológico totalmente natural y necesario, pero no tiene por qué ser incómodo. ¡Toma nota, comenzamos!
Función de las glándulas sudoríparas
La sudoración es un proceso a través del cual las glándulas sudoríparas liberan líquido formado en un 95% de agua y el otro 5% de sustancias como el cloruro sódico, de ahí su característico sabor salado.
Su principal función consiste en regular la temperatura corporal. Sin embargo, el sudor no solo se produce como función de refrigeración corporal, sino que otros factores también pueden influir en el aumento de su producción.
Como curiosidad, las mujeres tienen más glándulas sudoríparas que los hombres, pero en ellos están más activas. Por otra parte, en condiciones normales solemos sudar si la temperatura es elevada, cuando realizamos ejercicio físico o en situaciones de nerviosismo o vergüenza, pero hay personas que generan un sudor excesivo, aunque haga frío o en circunstancias que no son habituales. Es lo que se conoce como hiperhidrosis.
El sudor por sí mismo no huele, de hecho, cuando su origen está en las glándulas sudoríparas llamadas ecrinas, no emana olor. Por ejemplo, si te sudan las manos, ese sudor excesivo no huele porque es desprendido por este tipo de glándulas.
No obstante, el que preocupa es el que huele mal, es decir, el que sale de las axilas y la zona genital. Este sudor lo crean otras glándulas sudoríparas denominadas apocrinas, las cuales generan un sudor compuesto por más sustancias además del agua, como lípidos, feromonas y deshechos metabólicos.
Como consecuencia, el sudor es transformado en una sustancia más densa que, en contacto con las bacterias presentes en la piel de forma natural, reacciona y produce un fuerte olor que puede ser desagradable a veces.
Remedios para evitar el sudor excesivo en axilas
Para aquellos que padecen hiperhidrosis, esto puede suponer una alteración importante de su día a día. Si es tu caso, puedes probar los siguientes remedios:
- Beber agua fría ayuda a regular la temperatura y, por ende, a sudar menos.
- No utilices desodorantes con aroma si tu sudor excesivo huele. De lo contrario, la mezcla entre tu olor y el del producto será más desagradable que el propio aroma corporal. Lo mejor es utilizar desodorantes en barra transparentes para no manchar la ropa, y usarlos siempre después de lavar y secar bien la zona.
- Cuidado con el abuso de los desodorantes antitranspirantes, ya que taponan las glándulas sudoríparas de las axilas y evitan la transpiración, así como el crecimiento de las bacterias naturales cuando ambas cosas son muy necesarias.Cuidado con el abuso de los desodorantes antitranspirantes, ya que taponan las glándulas sudoríparas de las axilas y evitan la transpiración, así como el crecimiento de las bacterias naturales cuando ambas cosas son muy necesarias.
- La toxina botulínica es otra opción para acabar con el sudor excesivo en axilas. Si el problema de sudoración es grave, inyectar bótox en las glándulas sudoríparas puede ayudar, pues bloquea su funcionamiento.
- Si el sudor excesivo afecta a la cara, los fármacos que previenen la estimulación de las glándulas sudoríparas pueden ayudarte, pero siempre bajo recomendación de un dermatólogo, como en el caso anterior. Para manos y pies, se aplica un tratamiento llamado iontoforesis, con el que se cierran las glándulas sudoríparas por medio de la estimulación eléctrica. En los casos más graves también se puede recurrir a la cirugía.
Consejos para evitar la sudoración excesiva en tu cuerpo
Además de los tratamientos anteriores, hay hábitos que puedes cambiar y te ayudarán a sudar menos. Estos son algunos de ellos:
1. Evita la ingesta de ciertos alimentos
Quizás no lo sepas, pero la sudoración gustativa se caracteriza por el sudor excesivo en la frente, alrededor de la boca e incluso en el esternón, y aparece ante determinados alimentos considerados como estímulos gustativos (café, té, picante, bebidas de cola y energéticas…), o tras ingerir alimentos demasiado calientes que generan un claro aumento de la temperatura corporal.
Evita, por lo tanto, comidas picantes, el café y las grasas e incrementa el consumo de frutas, verduras, pescado azul y frutos secos. Además, no te olvides de mantenerte bien hidratado.
2. Modifica tus expectativas
Las personas que se enfrentan a diario al sudor excesivo piensan de manera inconsciente: 'esta vez no sudaré', pero eso es inviable. Como consecuencia, cuando comienzan a transpirar se frustran, incluso se deprimen y sienten vergüenza. Al menos durante el verano, considera el sudor como algo normal, que es algo que les ocurre a muchas personas, así al menos reducirás tu ansiedad.
3. No olvides llevar agua
Este sencillo cambio de hábito hará que estés más hidratado y no padezcas tanto la transpiración o sudor excesivo en axilas. Además, te ayudará a eliminar toxinas, mejorará la salud de tu piel, uñas y cabello y contribuirá en la quema de grasas.
4. Utiliza ropa fresca y holgada
Las prendas de lycra y otros tejidos sintéticos agravarán el problema. Te recomendamos que utilices ropa de algodón y que no sea muy ceñida para permitir la transpiración de los poros. Por último, evita los colores muy oscuros, mejor el blanco o los tonos pastel.
5. Consecuencia de una enfermedad
El sudor excesivo puede ser también un síntoma de ciertos trastornos hormonales como la menopausia o de algunas enfermedades como el Parkinson, el hipertiroidismo, el cáncer, enfermedades pulmonares como la tuberculosis y las lesiones medulares. En estos casos, debes consultar con tu médico para que él pueda ayudarte a tratar este problema.